Año nuevo es otro intento fallido del director Garry Marshall por tratar de emular esa excelente película romántica que fue Realmente Amor (Hugh Grant).
El realizador de Mujer Bonita ya había presentado el año pasado el fiasco de Día de los enamorados y ahora volvió a repetir la misma fórmula con varias historias que transcurren en la víspera de año nuevo.
Un largo desfile de figuras de Hollywood protagonizan distintas tramas que tiene un mismo punto en común: ¡Son aburridas!
Año Nuevo por el lado de la comedia está lejos de ser una película desopilante, el romance es tan cursi como las tarjetas empresariales de fin de año y el drama está plagado de clichés absolutamente previsibles.
Un misterio cómo terminó Robert De Niro involucrado en esto. Tapoco entiendo lo de Jon Bon Jovi, pero al menos su trabajo lo hizo con dignidad.
En definitiva esta película es otra clara muestra de la decadencia absoluta en la que se encuentra este género.
La única historia romántica decente que vimos este año la brindó Woody Allen con Medianoche en París, donde por lo menos te enganchabas con la trama.
El otro problema de este estreno es que al tratarse de tantas historias, las pocas que pueden generar un poco de interés (como la de Michelle Pfeiffer y Zac Efron) tampoco llegan a ser muy desarrolladas.
Mención aparte, la patética escena de Halle Berry con su marido soldado.
¿Era necesario en esta historia incluir a un representante de las fuerzas armadas?
¿No podía ser un médico trabajando en Europa?
Todo es tan cutre en Año Nuevo que se complica recomendarla. La escena más graciosa de la película la protagonizan Carla Cugino y Jessica Biel recién en los créditos finales.
Ya está Garry Marshall. Es hora de un descanso.