Ya todos sabemos que la industria tiene fija la mirada puesta en facturar. No le importa mucho cómo ni qué, los tipos saben que hay que generar ganancias y que las comedias románticas son un buen vehículo para eso. En fechas importantes para la cultura anglosajona (en Argentina no hay una fiebre de la envergadura de lo que se vive en Estados Unidos con el tema de muchas de ellas), la gente se predispone a ir al cine. Año nuevo, Día de Acción de Gracias, etc, son fechas donde los estudios ponen la carne en el asador y se refriegan las manos esperando que la gente reviente el box office.
Eso vienen haciendo hace un tiempo y en esa dirección, asombra ver como cada vez controlan menos lo que producen.
"New Year's eve" se inscribe dentro de las películas donde el guión es lo que menos importa: todas las fichas están apostadas al impacto que producen actores taquilleros. Lo grave aquí es que un año atrás, el legendario Gary Marshall (de "Pretty woman", "Frankie y Johnny" recuerdan? un cineasta que solía dominar el género...) ya se había anotado un film menor con una temática similar (Valentine's Day) que no había generado ni ganancias ni aceptación de la crítica. Por qué insistir en la misma dirección?
Es lógico que mantener el control con tantas estrellas, debe haber sido difícil, entonces, por qué no acotar la cantidad de historias?
Aquí, el guión de la mediocre Katherin Fugato (quien la juna a esta mina Dios!), propone varias historias cruzadas que se dan en las horas previas a la gran celebración del año nuevo en Nueva York, más precisamente en Times Square, lugar concurrido si los hay... Encontraremos... 18 estrellas?... repartidas en 9 o 10 parejas, no se, perdí la cuenta... Es un festival inacabable de actores que entran y salen de escena como si fueran de puertas giratorias... Llega un momento que confunden tanto que dan ganas de levantarse de la butaca e irse.
Las historias, una peor que la otra. Fluctuan entre las clásicas de chico-chica esperables, hasta las padre-hija, madre-hija, enfermera-soldado en Irak (?) y otras de las que mejor no hablar... Solo se salva la de Zac Effron y Michelle Pfeiffer, en la que los dos parecen tomarse en serio las dos páginas del guión que les tocaron... Son los únicos que tienen química, y ella le debe llevar, treinta años fácil...! Su relato es el más jugoso de todo el grupo, pero por cuestiones de tiempo, nunca llega a despegar y se pierde en la vorágine de eventos y encuentros a los que enfoca el director en su construcción. No se salva nadie en este naufragio... Para el recuerdo, Jon Bon Jovi canta un par de baladas descolgadas (lejos de su espíritu rocker), la chica de Glee (Lea Michele) hace lo propio y el resto... Bueno, el resto no tiene mucho para ofrecer.
La endeblez del guión no ayuda a ciertos actores y los condena a profundizar en sus estereotipos, en el mal sentido (Heigel, Kutcher, Parker, De Niro -?-, etc). Para peor, "Año nuevo" está llena de chivos (los de Nivea y Sherlock Holmes 2 son escandalosos) y es demasiado larga, innecesariamente. Claro, como abren veinticinco puntas necesitan tiempo para poder cerrarlas de alguna manera...
A favor, cuando el film cierra, hay unos 4 minutos de créditos finales y gaffes que si nos hacen reir. Eso sí, podrían habersela tomado en broma todo el tiempo y seguramente el resultado habría sido mucho mejor que el ofrecido ...
Sorprende, la verdad. Sólo espero que Marshall tenga un retiro digno y que no siga repitiendo esos productos...Escaparle como a la ruta 2 en fin de semana largo...