Miguel Abramovich ya sorprendió con su filme “Soldado” y ahora con este trabajo que nos muestra, como un lujo realmente único, como es Lucrecia Martel creando una película de la magnitud de “Zama”. Ella es el centro de atención con su calma, su exigencia, su ocuparse de los detalles mas importantes para que cada actor rinda al máximo, pero también para que una hermosa llama se mueva en una escena con su mejor alimento, o los caballos se integren a una toma que ella soñó y después pudo realizar. La intimidad de una creadora excepcional descubierta en sus mínimos gestos, sus gustos, en las pequeñas y grandes decisiones que implica realizar una película que muchos consideraron imposible.