Detrás de Lucrecia Martel
Todos los años la elección de la película nacional para mandar a los premios Oscar es controversial, pero el año pasado Zama causó opiniones disidentes por parte de los críticos y el publico. Años Luz pone a Lucrecia Martel en el centro de la escena y muestra cómo fue la filmación de esta película tan importante.
La película comienza con un mail, un pedido del director Manuel Abramovich hacia Martel para documentar el detrás de escena de Zama, su nueva película. Los mails acompañan y ayudan a dar otra mirada sobre esta película a lo largo de todo el documental. Muestra la incomodidad de Martel de ser la protagonista de una película pero deja en claro el interés sobre la propuesta.
Años Luz nos muestra lo difícil que fue filmar Zama y lo peor que puede ocurrir durante el rodaje de una película: cuando pasa un avión, cuando un actor no entiende lo que pide la directora, cuando un animal se escapa en plena locación. Demuestra que realizar una película de tal calibre no es tan fácil como parece. Las largas jornadas de filmación, que a veces romantizamos, son algo tedioso para todo el equipo.
Este documental humaniza la figura de Lucrecia Martel, una de las directoras mas prestigiosas de nuestro país. Muestra cómo se siente insegura al protagonizar un documental, ser el centro de atención y que la cámara se encuentre de frente a ella y no al revés. En ciertos momentos la directora se pone firme e insistente con algunas cuestiones que tal vez molestan a los actores o el resto de equipo, pero así demuestra que es una persona como cualquier otra que no deja de ser profesional en ningún momento.
Entonces, lo mejor de Años Luz es la transparencia: no oculta nada de lo que pasa en el rodaje de una película tan exacta y difícil de realizar. Muestra los momentos en los que Lucrecia Martel echa a Manuel Abramovich y cuando acepta de nuevo retomar el documental bajo sus condiciones. Todo lo que pasa aparece de una forma diferente, con planos que se centran en las actitudes de Martel y lo que sucede detrás de escena. Nada de lo que filma se pierde, todo sirve para dar un sentimiento de realidad y cotidianidad.