La edad del pavo... Camping presenta la ópera prima de la directora y guionista Luciana Bilotti. Esta coming of age se centra en Estefanía, una preadolescente que debe lidiar con todo lo que esa etapa de la vida conlleva y una crisis familiar que se va desenvolviendo de a poco. La historia comienza cuando Sara, Marcos y su hija Estefanía van de camping por un fin de semana. Sara busca dedicarse a su familia y superar la crisis que atraviesan mientras Marcos se atrinchera en su velero, pero Estefanía tiene sus propios planes. Lo mejor de Camping es la capacidad de mostrar en primera persona los pequeños cambios que conlleva la transformación de la niñez a la adolescencia. Cada momento está teñido de incertidumbre, ternura y, en algunas ocasiones, terror, separándose del cliché de romantizar esta época de la vida en la que suelen caer este tipo de películas. Los problemas de Estefanía se sienten reales y nos preocupamos por su resolución. Por otro lado, si bien el film fue rodado en Mendoza, el camping en donde sucede toda la trama es genérico y no disfrutamos de los mejores paisajes que nos ofrece la provincia. Incluso los planos son bastantes cerrados y nos perdemos de lo que está alrededor, que puede sacarnos del clima que se quiere crear. Un elemento para destacar es la música original de Coiffeur que acompaña a la perfección esta pequeña aventura. Nos emociona y nos hace sentirnos parte de la película en otro nivel. Camping se ve como una historia que suena cercana y entretiene mientras nos hace recordar épocas pasadas de nuestra vida pero no pretende mucho más que eso. Nos emociona y nos acerca a los personajes pero en ocasiones no se entiende mucho a dónde quiere llegar con lo que muestra o a qué hay que prestar especial atención.
Home, sweet motorhome La historia de Tóxico se centra en un futuro distópico en el cual existe una enfermedad que se transmite con rapidez, exactamente igual que nuestro presente, pero en este caso se trata del insomnio. Esta situación se vuelve poco a poco catastrófica y genera paranoia en la sociedad. En el medio del caos, una pareja decide huir de la ciudad en su motorhome pero su aventura se vuelve cada vez mas extraña. Si bien esta película buscó ser una comedia apocalíptica similar a This is the end o Zombieland, nos sorprende lo parecido que es a lo que vivimos hoy en día: barbijos, alcohol en gel, desabastecimiento y mucho miedo. Sin embargo, logra sacarnos unas risas y ver que nuestra situación realmente podría ser peor. Nos saca a pasear con un road trip en el cual los protagonistas deben enfrentarse a distintos obstáculos. Además de sobrevivir la pandemia y lograr llegar a su destino, Laura, (Jazmín Stuart) recibe una noticia que cambia la mirada de ambos personajes sobre la vida. Eso genera más expectativa e incertidumbre sobre futuro tanto del mundo como de la pareja en particular. La relación entre los dos personajes principales es central en la historia y sus discusiones hacen avanzar la trama hacia un final poco definido que no termina de cerrar conflictos que atraviesan la trama. Tóxico es muy parecida a nuestra actualidad, pero con un toque de fantasía y situaciones exageradas que nos causan gracia y al mismo tiempo nos preocupan. Los que ya vieron todas las películas apocalípticas, ahora tienen una opción nacional, con su buena cuota de componentes bizarros, cómicos y caóticos. Es sorprendente que el guion de esta película haya sido escrito hace años, pero existan tantas coincidencias con el presente.
Porque lo primero es la familia Familia, el segundo largometraje de Edgardo Castro, se centra en él y su familia. El protagonista viaja a Comodoro Rivadavia a visitarlos para Navidad y allí comienza a retratar todo lo que puede: sus familiares, su casa, sus rituales, sus relaciones. Gracias a las elecciones de cámara, los diversos planos y diálogos, llegamos a conocer principalmente al padre, madre y hermana de Edgardo. Tras el viaje hacia su ciudad natal, el resto de la película transcurre en la casa que comparte con su familia durante esos días. El documental y la ficción se mezclan y confunden al que está mirando. Su familiares se interpretan a sí mismos pero, ¿Hasta dónde? Algunos recursos, planos, la puesta en escena y la forma en la que avanza el guion parecen elementos típicos de una ficción. A Castro le gusta jugar con esa ambigüedad y pone en duda la veracidad de los hechos en todo momento. Familia es una película sencilla, que se muestra transparente. Nos acerca a situaciones cotidianas con las que nos sentimos identificados y podemos empatizar. Nos sentimos parte de esa familia, sus roles, rituales y espacios. La película termina la noche de Navidad, donde llegamos a conocer a la familia extendida del director y protagonista. Su festejo no se diferencia de un festejo argentino promedio, lo que hace sentirnos allí, brindando con esa extraña, pero por algún motivo cercana, familia.
Las consecuencias del modelo agropecuario En un mundo donde el cambio climático causa estragos y empresas multimillonarias siguen aumentando su capital sin importar el daño irreparable que producen en el planeta y la humanidad, Andrés Carrasco busca denunciar los efectos nocivos de los agrotóxicos en la salud del pueblo argentino. Durante sus últimos años de vida, Carrasco luchó por las víctimas de los tóxicos en el agro argentino y se puso en medio de una disputa con el Estado, las multinacionales y la ciencia. Valeria Tucci, la directora, busca demostrar que su lucha no fue en vano y que esto debe ser visto por miles de personas y se concientice la situación. El documental utiliza diversos recursos para contar esta historia, pero lo que realmente logra que nos conectemos con lo que sucedió y sucede son las distintas entrevistas a los actores involucrados. Las palabras de los que saben o sufrieron de alguna forma las consecuencias de los agrotóxicos nos tocan de cerca. La película logra que nos cuestionemos ciertas cosas que se nos aparecen como dadas mientras funciona una lógica explotadora que no se preocupa por nuestra salud. Muestra la importancia de la ciencia y la movilización para lograr un cambio.
Un viaje al pasado La casa de Arguello es un documental autobiográfico que sigue la vida de Valentina Llorens, su infancia e identidad. La historia comienza en el año 2000, cuando Valentina visita a su abuela Nelly y ambas conversan acerca de la desaparición de dos miembros de su familia previo a la Dictadura militar. Este documental se centra, más que nada, en la historia de vida de Nelly Ruiz de Llorenz, icónica Madre de Plaza de Mayo, cuyo relato se vuelve muy enriquecedor a medida que en primera persona cuenta acontecimientos que lamentablemente no nos resultan ajenos ni extraños. Algunas partes de la película parecen improvisadas, “caseras” y grabadas sin previo plan de rodaje, pero eso lo hace más realista y nos acerca de una forma diferente a las vivencias contadas por los protagonistas y su sufrimiento. La casa de Arguello se vuelve otra denuncia por los derechos humanos al mismo tiempo que, con archivos recopilados a través de años, muestra las secuelas que dejó la dictadura en una familia particular y cómo cambia su presente. Nunca más.
La importancia de la salud mental Los fuegos internos indaga en la vida de tres pacientes que vivieron una internación psiquiátrica y cuentan desde su lugar la importancia del arte en su recuperación. Este documental con algunas interrupciones actuadas sirve para ver una vida y un espacio que se mantiene oculto, el del enfermo psiquiátrico. El “fuego interno” al que alude el titulo de la película refiere a la forma en que los pacientes pudieron canalizar sus sentimientos de distintas formas intentando recuperar sus vidas. La película tiene momentos emotivos, dramáticos pero también algunas escenas simpáticas donde vemos relacionarse a los protagonistas de una forma particular. La poesía, la carpintería se vuelven las acciones centrales de los protagonistas que buscan ver el sentido de la vida desde otros ojos. El documental podría sobrevivir sin las interrupciones ficcionales. Las actuaciones de los protagonistas sacan al espectador de esa relación que crea el documental para mostrarse de otra forma sin justificación aparente. Podemos destacar el tratamiento de un tema tan sensible y la mirada desde un lugar distinto, pero en algunos puntos el documental se vuelve repetitivo y lento. Los fuegos internos le puede servir a alguien que esté en una situación psiquiátrica compleja y necesite ver la realidad de otros pacientes para no sentirse solo. El arte siempre nos va a salvar.
Elvis ha abandonado el edificio David es un joven parisino de 20 años que, de un día para el otro, debe hacerse cargo de la hija de su hermana que muere en un atentado. Él es el único que puede hacerse cargo de Amanda y, si bien, al principio le cuesta su nueva tarea, luego se va acercando a la niña hasta construir una verdadera relación de amistad y familia. Amanda es un drama familiar clásico. Incluye romance, muerte y una niñez trágica. La relación entre David y Amanda avanza como esperamos y el final se vuelve predecible. Al comienzo hay cierta tensión entre los personajes pero luego esta tensión se aliviana y los vemos disfrutar de su relación a su manera. La película aborda temas actuales y polémicos como los atentados y la conformación de la familia que se aleja del trinomio padre-madre-hijo o hija. Se puede entrever una critica a la sociedad moderna y como funcionan las emociones. Amanda logra mostrar a los personajes en su peor momento, intentando mantener un equilibrio entre lo que se siente y lo que se muestra que va mutando a lo largo de la trama. Los dos actores principales logran transmitir esta montaña rusa de emociones, en especial Isaure Multrier (Amanda) hacia el final de la película, cuando la vemos llorar y expresar todo su dolor y liberación finalmente. Mikhaël Hers logra representar de una forma convencional pero con sus elementos simpáticos el trauma de la pérdida familiar, el duelo y el drama que esto conlleva. También podemos decir que el director no asume ningún riesgo y cae en diversos lugares comunes, apelando a la empatía del espectador. Amanda puede resultar una película con un ritmo lento en algunos momentos pero logra que nos compenetremos con la particular historia de David y Amanda y la evolución de su relación.
La dictadura de Franco y sus consecuencias El silencio de los otros aborda uno de los temas más complejos y duros de la historia de España: la dictadura de Franco y sus consecuencias. Desaparecidos, asesinatos, torturas son solo unas de las palabras que relacionamos con este momento histórico y que podemos escuchar de la boca de los protagonistas de esta historia. Este documental producido por Pedro y Agustín Almodóvar busca darle voz a los familiares de las víctimas que buscan hacer justicia después de tantos años. La película transcurre entre España y Argentina, mostrando tanto a las víctimas como abogados y jueces que se ocupan del caso, demuestra las similitudes y diferencias entre las leyes de amnistía españolas y las de los países latinoamericanos que también soportaron dictaduras y crímenes de lesa humanidad. Los reclamos por la memoria y la verdad se destacan durante toda la película y se vuelven el principal mensaje que busca dejar el documental. El pasado deja sus huellas en el presente y en un futuro que busca ser cada vez más justo. El silencio de otros tiene algunas escenas estremecedoras que llevarán al espectador que no conocía la historia a sorprenderse con lo estremecedor de la historia de ciertas víctimas. A través de varias entrevistas, llegamos a conocer numerosas historias diferentes pero con un denominador común: el dolor y la búsqueda de justicia. La película es muy fuerte e impactante. Si bien solemos ver la historia desde libros o documentos, verlos desde la perspectiva de aquellos que la sufrieron y buscan justicia es una experiencia única. La calidad de las entrevistas, la producción, las locaciones, son elegidas de forma excepcional y se nota. El final es muy duro y desesperanzador pero necesario. Es la mejor forma de pedir justicia por aquellos que ya no pueden. El documental logra recuperar algunos temas que habían quedado en el silencio y pone a la búsqueda de la verdad como un imperativo para lograr ser más libres.
¿Quién no escuchó un artista y pensó que sus letras captaban perfectamente todo lo que le estaba pasando? Este es el caso de Javed, un adolescente pakistaní que vive en Inglaterra en los años 80 y es constantemente discriminado por sus compañeros. Su vida cambia cuando un amigo le presta casetes con la música de Bruce Springsteen y descubre un nuevo mundo. Javed (Viveik Kalra) comienza a cuestionarse su identidad y sus practicas cotidianas. Decide dedicarse a ser escritor, enfrentándose a lo que su familia, y especialmente su padre, esperaban de él. La película está basada en la vida de Sarfraz Manzoor y su amor por Springsteen, pero bien podría ser la vida de cualquier adolescente con conflictos personales que encuentra sostén y resguardo en la música comercial. La música de mi vida es una película entretenida y muy empática. Todos fuimos adolescentes obsesionados con algún cantante o banda a tal punto que relacionábamos sus letras con todo lo que pasaba en nuestras vidas. Eso se ve representado de una forma muy original, con las letras que aparecen en pantalla y van marcando el ritmo de la película y lo que va sucediendo. Aparte de la actuación de Javed, lo mejor que tiene la película -obviamente- es la música. No importa si conocés o te gusta a Bruce Springsteen, es imposible no disfrutar de sus canciones y mover los pies al compás de la música en algunos momentos. Cada canción fue elegida para un momento particular y pega perfecto con la película. También la película se destaca en la ambientación y vestuarios elegidos que representan bien los años 80 y tiene un efecto de nostalgia en el espectador. Si bien la película tiene todo eso a su favor, cae en muchos estereotipos y se vuelve predecible. Nunca sorprende al espectador ni busca innovar en el genero. Los diálogos se vuelven empalagosos y pierden originalidad. En ciertos momentos parece que la película solo busca emocionar al espectador y no avanzar o complejizar la historia. La música de mi vida es una película -a veces demasiado- emocionante, a la cual le sobra media hora de cinta. Hace que el espectador se sienta identificado y nostálgico al precio de diálogos estereotipados y situaciones cliché. Tiene una trama con buen y atrapante inicio, pero al final no cautiva tanto y el guion falla. La música termina siendo lo que nos mantiene expectantes.
Aprender a volar Una niña de nueve años es enviada al campo de unos parientes para trabajar durante el verano. Allí aprende a madurar rápidamente y conoce a Jon, un campesino con el que comienza su historia. El personaje de Sol está bien escrito, pero no muestra algo que ya hayamos visto en otra película de este estilo. Es una niña bastante solitaria pero con el talento de inventar historias increíbles. Su vida tal como la conocía cambia con Jon, con el que comparte los mejores diálogos de la película. En este coming-of-age vemos la primera relación amorosa de Sol, pero también su primera rotura de corazón. Es imposible no identificarse con ciertas emociones que tiene el personaje, todos fuimos adolescentes alguna vez. El cisne nos regala unos paisajes de Islandia que deslumbran. Muchas veces las montañas se vuelven las protagonistas y se llevan todas las miradas, la directora logra transmitirnos la calma y la esencia de esos lugares ocultos y especiales en la otra punta del mundo. En resumen, El cisne cuadra perfectamente dentro del género coming-of-age que cada vez va teniendo más popularidad en la industria, dándole un tinte distinto pero acomodándose a las reglas establecidas.