Listos para crecer
Tras las secuelas que dejó el catastrófico final de Avengers: Infinity War (2018), Marvel Studios cierra su año con Ant-Man & The Wasp (2018), una película más cerca a la esencia que mantiene su universo cinematográfico centrado en la mezcla del humor, aventura y acción. Con Paul Rudd y Evangeline Lilly como protagonistas y Peyton Reed otra vez tras la cámara, Ant-Man es una bocanada de aire fresco y distensión.
Situada dos años después de los sucesos de Capitán América: Civil War (2016), Scott Lang (Paul Rudd) está en sus últimos días de arresto domiciliario cuando los problemas llegan a su puerta. Hope Van Dyne (Evangeline Lilly) y el doctor Hank Pym (Michael Douglas) necesitan su ayuda para traer de vuelta a Janet Van Dyne (Michelle Pfeiffer), la esposa de Pym que se encuentra perdida hace más de 20 años en el reino cuántico. Con la interrupción de diferentes villanos, el plan de Hope y Scott se verá en problemas así como también su vida de padre y superhéroe a la vez.
Ant-Man and the Wasp es un nuevo aire que llega al MCU. Con una temática muy propia y una esencia clara, la película es una comedia de principio a fin gracias a la actuación desencarada de Paul Rudd y gran parte del cast que entendió a la perfección cual era el tono que Ant-Man quería desarrollar. Divertida, entretenida y mucho más fluida que su predecesora, Peyton Reed desarrolló una de las mejores producciones del estudio en estos detalles, porque su esencia partió desde este lugar.
Por otro lado, en sus casi dos horas de narración, la película nunca decae en su atención y mantiene al espectador al frente sin bajar la intensidad, desde su comicidad hasta las grandes coreografías de acción y efectos especiales. En este punto, tanto Rudd como Lilly funcionan a la par como equipo y dupla bajo una química más que aceptable. Otro gran acierto es el rutilante papel de Douglas como Hank Pym, desarrollando más su personalidad y explicando parte de su pasado como el primer Ant-Man, a la par que se sube al camino de chistes y diversión de la película. El film funciona como una clara comedia donde los villanos a vencer, finalmente, no son tales. El reino cuántico -del cual todavía no había mucho incursión o conocimiento- es un nuevo escenario muy interesante a explorar a futuro, con una gran presentación en esta película. La inclusión de Michelle Pfeiffer como la primera Wasp abre nuevas líneas argumentales sobre el pasado de estos superhéroes y cómo impacta en el presente su regreso.
Sin embargo, Ant-Man no lleva ese costado dramático que últimamente Marvel Studios desarrolló con sus demás películas creando cierta liviandad en la aceptación de la película en comparación con las demás. No se le puede exigir a Ant-Man ese dramatismo pero al mismo tiempo parece llegar en un momento extraño para el MCU, volviendo recién la realidad del Universo Cinematográfico de Marvel en una de las escenas post-créditos. Desde este punto y dado el éxito en las taquillas como el alto grado de dramatismo de Infinity War, cualquier película corría con desventaja al compararla con la siguiente en salir. Curiosamente fue Ant-man & The Wasp, un film no tan pretencioso relacionado al humor y la comedia como ejes centrales de su desarrollo. Tal es el caso que el propio villano del film, Ghost (Hannah John-Kamen) no resulta tan intimidante y su arco se cierra tan rápidamente como el crecimiento del personaje en la película.
Ant-Man and The Wasp funciona como el recreo necesario para descargar tensiones entre los primeros sucesos de Infinity War y su resolución en Avengers 4 del próximo año, dejando el camino libre para que Capitana Marvell (2019) sea el último peldaño para el inminente film de cuarta fase del MCU.