Seguramente las opiniones respecto de la última entrega de la saga de superhéroes de Marvel, “ANT MAN and the WASP”, dividirá las aguas entre los fanáticos de la franquicia que siguen minuciosamente los detalles de cada una de las realizaciones del Estudio y quienes no lo son tanto y que sólo consumen este tipo de productos como un sinónimo de un pasatiempo ameno y muy bien producido.
Si comparamos a “ANT MAN and the WASP” con toda la producción de Marvel, y más aun siendo ésta, la primera entrega inmediata posterior a ese producto imbatible que fue “AVENGERS: INFINITY WAR”, no habrá dudas de que esta nueva entrega es una película más de la conjunción Marvel-Disney que no tiene ningún elemento que la haga distintiva ni particular dentro del subgénero de películas de superhéroes.
Pero lo que sí tiene de altamente positiva esta segunda película protagonizada por ANT MAN, es que supera y con creces a la propuesta de una primera parte que oficiaba más como presentación del personaje, su situación familiar y el encuentro con quien lo convertiría finalmente en superhéroe y que se detenía en las historias de los protagonistas más que en las escenas de acción, más limitadas a la adaptación del personaje a los vértigos de su nuevo tamaño.
En cambio, esta segunda parte inicia retomando una escena ya vista en la primera –en donde la esposa del Dr. Hank Pym se pierde en el Reino Cuántico al haberse “microreducido” para que una misión de alto riesgo sea existosa- y ya desde la apertura, entonces, apunta de lleno a la acción y al despliegue de una artillería visual que saca un provecho más que positivo del uso de los efectos 3D.
Tal como sucedía con su predecesora, el guion se mueve en las aguas del humor, un humor que la emparentaría más con “Deadpool” aunque en este caso no se pretenda tener ni la ironía ni esa incorrección política, sino que todo está más focalizado en ser un entretenimiento familiar como el que brindan las entregas de “Guardianes de la Galaxia”.
Las escenas de acción se completan con pasos de comedia, conformando un tono general que le sienta bien muy bien a la propuesta y que aquel en el que evidentemente el director, Peyton Reed (con una amplia trayectoria en la televisión americana y dentro del cine con varias comedias juveniles) se siente mucho más a gusto.
Un par de semanas atrás se estrenó “Jurassic World: el reino perdido” y aun siendo una película de “franquicias” como es el caso de “Ant Man”, la mano de Bayona detrás de las cámaras, hace que en determinadas escenas centrales, cualquier cinéfilo pueda descubrir los toques del autor que mediante guiños y detalles, se incorporan inteligentemente en la dirección de arte y dentro de la puesta general del filme.
Esto no sucede en absoluto con las entregas de “Ant Man” ya que Reed las filma en un tono completamente impersonal, más preocupado por acomodarse a los cánones de cualquier buen producto del Estudio destinado a pasar un buen rato, a consumir pochoclo y divertirse, que a dejar un pequeño sello de su autoría.
Pero esta falta de una dirección creativa y novedosa, se compensa con un guion acelerado que no se detiene en ningún momento, ni se resiente con lo discursivo de los personajes como sucedía en la primera entrega donde todo se reforzaba con explicaciones.
A esta mayor participación de las escenas de acción, se incorpora de lleno la co-protagonista femenina (la Avispa que aparece en el título), logrando el efecto esperado: la química entre Paul Rudd (que vuelve a lucirse como Ant- Man después de una carrera dedicada casi exclusivamente a las comedias como “El objeto de mi afecto” “La cena de los tontos” “La forma de la cosas” o las filmadas bajo las órdenes de Judd Apatow) y Evangeline Lilly (la protagonista de “Lost” que se pone en la piel de la Avispa) es excelente: juntos se potencian, tienen la tensión sexual necesaria y en pantalla, conforman una linda pareja.
Como dato de interés, en esta nueva entrega se suman a Michael Douglas, Judy Greer y Bobby Cannavale, las participaciones estelares de Laurence Fishbourne y Michelle Pfeiffer que engalanan notablemente el elenco.
Quizás en manos de otro director, todo lo vinculado con el Reino Cuántico que es tan central dentro de esta segunda parte, podría haber disparado una propuesta más lanzada, con una estética más innovadora que rompiese con todo lo ya conocido, pero lo relativo a este tramo, se termina resolviendo con un aire de cine de los ’80 como dentro de “Innerspace – Viaje Insólito” y una vez más, se desaprovecha una oportunidad de lucimiento.
Pero sin embargo, el producto nunca falla, nunca pierde el ritmo y se focaliza en armar un pasatiempo de buen nivel y, como sucede en los productos de esta franquicia, una primera escena post créditos nos deja con las ganas de seguir acompañando a nuestro héroe en otra nueva aventura. A no levantarse tan rápido de la butaca para que nos quede esta tensión de “nos vemos en el próximo capítulo”.
“ANT MAN and the WASP” cine de súper acción y a puro entretenimiento que, siempre dentro de las convenciones del género y sin arriesgarse a más, no defrauda en absoluto.