La saturación de películas de superhéroes se sigue sintiendo, algo negativo no solo por la gran cantidad de producciones que salen todos los años y que incluso van perdiendo un poco su calidad (tanto técnica como narrativa) por la rapidez con la que tienen que estrenarse para mantener este ritmo, sino sobre todo porque no tenemos nada demasiado novedoso para mostrar.
La semana pasada se estrenó «Ant-man and the Wasp: Quantumania», la tercera película de este personaje y la que sirve como el inicio de la fase 5 del Universo Cinematográfico de Marvel. En esta oportunidad, Scott Lang y Hope Van Dyne, junto a su hija Cassie, Hank Pym y Janet Van Dyne, van a explorar el Reino Cuántico, donde interactúan con extrañas criaturas y se embarcan en una aventura que va más allá de los límites de lo que creían posible.
Es así como nos encontramos con un universo bastante llamativo, tanto a nivel visual como la construcción de un mundo nuevo con el que trabajar, pero también es algo que pudimos ver en otras obras de animación o ciencia ficción, con ciertas similitudes (por ejemplo nos remite bastante a «Un mundo extraño» por sus colores y exploración del lugar, que encima se estrenó hace muy poco y la tenemos presente; como también a otras producciones como «Star Wars» con un villano que crea un imperio y persigue a los protagonistas).
Además, el guion se encarga de explicar cada paso que dan los personajes y de qué se trata este nuevo contexto, dejando poco lugar para la imaginación del espectador. Porque si bien el mundo cuántico no es tan sencillo, ya lo vimos en otras oportunidades y tampoco es tan necesario contar todo.
De todas maneras, y a diferencia de por ejemplo «Black Panther: Wakanda Forever» que fue mucho más seria y reflexiva, en este caso tenemos muchas escenas de acción bien realizadas (aunque por momentos el CGI se note demasiado, sobre todo porque contamos con escenarios bastante fantásticos e irreales), como también bastante humor que rodea a los protagonistas y que caracteriza también a algunos nuevos personajes que se suman en esta oportunidad. Tal vez no existen esas escenas icónicas que hemos tenido en otras de sus películas, como la pelea en el tren de juguete o ese estilo de situaciones que eran muy creativas y aprovechaban bien las características del personaje, pero igualmente nos dejan satisfechos.
«Ant-man» siempre fue un personaje bastante divertido, principalmente por el carisma de Paul Rudd, y el mismo continúa por este camino, al que se le suma también Kathryn Newton como la hija más adolescente de Scott, que le agrega frescura, gracia y rebeldía a la historia. También acompañan bien Evangeline Lilly, Michael Douglas y Michelle Pfeiffer. El villano Kang, interpretado por Jonathan Majors, está a la altura de las circunstancias y se siente invencible, poniendo en peligro a los protagonistas en todo momento, aunque a veces las soluciones que estos proponen pueden salirse un poco de lo verosímil o sentirse por simples.
En síntesis, «Ant-man and the Wasp: Quantumania» es una película entretenida, que divierte a base de personajes carismáticos y buenas escenas de acción y comedia. Hoy por hoy es difícil pedir mucho más en un film de este estilo.
Nota: No olvidar que existen dos escenas post créditos que sigue desarrollando y conectando esta historia con otras producciones de Marvel/Disney.