Transitan por un camino de obviedades
En este intento de construir un thriller, Nicole Kidman y Colin Firth parecieran preguntarse "¿Qué estoy haciendo aquí?". El cartel de sus protagonistas no basta para salvar lo que resulta otra película más alrededor de una mujer con amnesia.
Tras los pasos de tantas mujeres sufrientes de algunos de los más olvidables thrillers; de esta manera, retorciéndose de angustia frente al espejo y ante nuestros ojos, el personaje que intenta componer la tan taquillera, exitosa y un tanto ícono del star?system de hoy, Nicole Kidman, pasea su frágil anorexia y sus exagerados rasgos de alerta en este film que, desde el afiche, pareciera que se enmarca dentro de los de trastornos de identidad. Y que en mano de este joven director, Rowan Joffe, hijo del realizador de Los gritos del silencio y de La Misión, se transforma en un film plagado de obviedades.
Mientras transcurre el film, no se puede dejar de pensar que en el mismo complejo, o en la sala vecina, Colin Firth nos ofrece un personaje que se destaca por su composición, por sus variados y pausados matices, tal como nos lo presenta el siempre esperado Woody en esta ensoñada pieza de su filmografía, Magia a la luz de la luna. No sé si se lo puedo llegar a afirmarlo; pero desde lo que mis recuerdos me apuntan, creo que en este último film, junto a la actriz de la hipnótica Los otros, de Alejandro Amenábar; es decir la siempre Nicole, Colin Firth embarcado en este desquiciado relato, pasa a interpretar uno de los roles más frustrantes de su filmografía.
Y es que como en tantos otros productos del cine industrial de hoy, lo que podemos ver en Antes de despertar, en esta historia donde los recuerdos se cruzan con la amnesia, en el que a través de burdos flash?backs se nos intenta informar, es un cine en donde ya las fórmulas luchan por sostenerse, vana y débilmente por los forzados encuadres y los constantes golpes sonoros.
No hay manera de que la actuación pueda sostener este film. No hay modo de tratar de pensar que Colin Firth cumple un rol protagónico en esta historia y en la que su personaje femenino despierta frente a nosotros golpeada por la pérdida de su memoria inmediata, lo que la lleva a tener que grabar sus parlamentos; siempre, en todo momento, desencajada. Y ahora desde un rostro que ha sufrido tantas cirugías, nos lleva a nosotros, espectadores, a tratar de reconocer a la misma actriz. Aquí, sí, involuntariamente, respecto de la Kidman, nosotros dudamos de que sea ella misma.
Desde una delgada filiación con Memento, de Christopher Nolan, el film que hoy comentamos padece una astenia singular. Todo, pese al vértigo de algunas situaciones, no puede abrirnos a los ojos a algún centro de interés. Ni la presencia de un misterioso médico, ni la recobrada voz de una amiga, ni los develamientos que intentan ser tales, permiten que Antes de despertar, pese a algunas citas, pueda librarnos de un tedioso malestar.
Es evidente que en esta subrayada co?producción, desde los nombres de sus actores se pretendió lograr un anticipado golpe de taquilla. Pero claro está, esto de ninguna manera garantiza que mañana nos acordemos de este film. Si bien Nicole Kidman ?arrepentida ahora de sus impuestos cambios faciales? ha logrado ya tener un lugar de respeto por su participación en algunos films, particularmente junto a realizadores como Stanley Kubrick, Jane Campion, Lars Von Trier, Stephen Daldry, entre otros, en su rol de Christine en Antes de despertar finalmente se pierde y nos va perdiendo a nosotros en un desenlace más que convencional. Y qué decir de Ben, su marido, el hombre que se muestra de una manera sospechosamente fragmentaria, rol que trata de volver creíble un desorientado Colin Firth.
Y ahora sí, nuevamente ellos dos estarán presentes en la cartelera del mes de diciembre. Hasta el momento, el nombre con el que se dará a conocer es Un pasado imborrable, dirigido por Jonathan Teplitzky. Y su historia que parte de un episodio de El puente sobre el río Kwai, del film de David Lean, en un territorio lindante entre Birmania y Thailandia, en relación con la construcción de una ferrovía, nos lleva a la figura de un ex oficial inglés que -ahora, en los años ochenta- decide vengarse de un oficial, cuando había sido capturado por los japoneses en los años de la Segunda Guerra. A su lado, su compañera Patricia, intenta ofrecerle otra visión sobre los hechos.
Basado en las memorias de Eric Lomax, Un pasado imborrable, cuyo título original es "The railwayman", nos vuelve a traer a la pantalla a Nicole Kidman y ColinFirth.
Presentado ya en varios festivales, la crítica a la hora de los pronósticos, ubica ahora a sus actores principales, en la línea de los grandes candidatos al Oscar.