En la ficción de la inmensa y poco valorada Dark City, unos seres se encargaban de otorgarnos recuerdos nuevos cada día mientras dormimos, planteando el hecho de que permanentemente vivimos una vida nueva cada día sin que nosotros lo percibamos.
A Christine (Nicole kidman) le sucede algo parecido; sufre de un trauma que, al igual que el personaje de Drew Barrymore en esa joya que es 50 First Dates, la lleva a olvidar todo lo que vivió cada vez que su mente entra en reposo, duerme. Tal cual le sucedía a Lucy, Christine sufrió un accidente y no puede recordar nada por más de un día desde ese entonces.
Ella todos los días se despierta y atemorizada por no saber dónde está y ni reconocerse en el espejo (el accidente lo tuvo a los 20 años), se entera que vive una vida doméstica muy acomodada junto a su esposo Ben (Collin Firth).
Pero esto no es una comedia romántica, por lo cual, hay cosas en la vid de Christine que no están bien, más allá de su trauma cerebral. Hay un psicólogo, el Dr. Nash (Mark Strong), que le hace llevar un diario digital (en video) a nuestra protagonista, para retener recuerdos de algún modo; pero Ben desconoce este hecho.
Antes de despertar juega a retacear información al espectador para que nos sintamos tan perdidos como la mujer. Lo que vemos es todo según su visión, por lo que tampoco sabemos si es real o es todo una confusión.
Thriller de manual, el director Rowan Joffe, también co-guionista, adaptó un best seller de S.J. Watson; y se nota a la hora de la puesta en escena que posee un alto grado de literalidad.
Joffe y Watson (que también intervino en el guión) entregan un producto básico, una pesadilla que con los elementos que se tenía podría haber sido mucho mayor.
Como si tuviese autoconciencia de ser un film pequeño, a Antes de despertar le falta vuelo, tanto que por momentos pareciera que nos enfrentamos a un telefilm propio de ese canal especialista en films de la tv para el ama de casa (hasta hay uno que es muy similar).
Todo luce en una media, la intriga está servida y se sigue con interés, hay un espiral de confusiones y no todo será de fácil deducción; pero faltan ajustar algunas tuercas que la eleven en su nivel y la lleven a poder ser el gran film de suspenso que pudo ser.
Collin Fitrth entrega una actuación clásica, como uno de esos maridos que parecen perfectos pero que pueden guardar algún secreto aterrorizador debajo de su blanca sonrisa; definitivamente él será lo mejor del film.
Kidman debe ponerse en la piel de una mujer frágil e insegura de sus actos por circunstancias incorregibles. No es un rol nuevo para ella y sabemos que le sienta bien. Pero su rostro, ya pareciera ajeno a las emociones; no queremos caer en la banalidad, pero sea lo que sea que se haya hecho en la cara le quitó expresiones, luce permanentemente impávida, por lo cual más de una vez actúa algo que su cara no demuestra, y por más esfuerzo que arremeta, le resta credibilidad.
Antes de despertar es un film correcto, atrapante, interesante para mantenernos atentos durante el tiempo que dure su proyección. Pero una vez que abandonemos la sala, lentamente, podemos perder su recuerdo; no por ningún accidente, por el simple hecho de no ir a más y conformarse con el solo tilde de entretenido.