Un film sobre el no recuerdo
Dirigido por Rowan Joffe se convierte en una película de trama tramposa basada en golpes de efecto y centrada en el texto. Una puesta en escena muy poco acertada.
Aquellos que recuerden de buena manera Memento de Christopher Nolan encontrarán una historia parecida en Antes de despertar de Rowan Joffe, hijo del director de Los gritos del silencio. Aquellos que gusten de un argumento donde el policial se combina con el thriller amnésico se sentirán atraídos con la desmemoriada Christine Lucas y su despertar de cada mañana al lado de Ben, su esposo, sin recordar un ápice de su vida.
Pero a los que Memento les interesó poco y nada, con sus pliegues y repliegues de la memoria construidos a través de los esfuerzos de un guión astuto (y sólo eso), es probable que una copia desganada como Antes de despertar les parezca una película descartable. Entonces, las preguntas surgen de inmediato y se dirigen a encontrar las razones por las que dos intérpretes de peso, la muy productiva Nicole Kidman (a quien pronto se la verá en Un pasado imborrable y en Grace de Mónaco) y el inglés Colin Firth (presente en la última película de Woody Allen) se interesaron por una historia, otra más, que descansa en las maniobras del texto más que en una acertada elección de la puesta en escena.
También se podrá argüir que la trama no cede en interés debido a que suma a un tercer personaje, un psiquiatra (Mark Strong) que manipula las emociones de Christine, ya de por sí alterada desde la primera secuencia del film. Pero las cartas se presentan demasiado temprano, como el uso enfático de la banda de sonido que subraya el desconcierto de la protagonista. En ese sentido, el rompecabezas argumental carece de sorpresas, ya que las piezas sueltas se construyen de manera efectista.
Allí, por lo tanto, Antes de despertar se convierte en una película tramposa, ya no manipuladora, estrangulando a la historia a base de golpes de efecto, lejos del misterio y de la sutileza, debido a que Joffe confunde el punto de vista del relato al elegir al psiquiatra como centro de interés en lugar del esposo de la protagonista central. Los recuerdos del pasado y las grabaciones se acumulan en la travesía por la recuperación de la memoria que padece Christine, también sus correspondencias experiencias traumáticas, pero sólo desde aquello que requiere el guión, jamás a través de los códigos que necesita un thriller (amnésico o no) destinado a transmitir cierto interés.
Conclusión: Memento, film sobrevalorado e hinchado de pomposidad y autocomplaciente genialidad es la responsable de Antes de despertar, una película menor y olvidable como su fuente de inspiración.