Antes de despertar es una producción de Ridley Scott basada en la novela homónima del escritor inglés S.J.Watson.
En este proyecto Scott delegó la dirección en el guionista de Exterminio 2, Rowan Joffé, quien brinda una película de suspenso que logra ser llevadera gracias a las interpretaciones de Nicole Kidman, Mark Stong y Colin Firth.
La idea de la trama parece una versión más oscura de la comedia de Drew Barrymore, Como si fuera la primera vez, donde la protagonista sufría amnesia y sólo podía retener recuerdos por 24 horas. Ese mismo concepto en este caso se trabajó a través de un thriller que llega a ser interesante en la primera mitad del film.
El director Joffé hizo un buen trabajo con la presentación del misterio que plantea el conflicto. La trama por momentos intenta evocar a los clásicos trabajos de Alfred Hitchcock, algo que se percibe claramente en la música de Ed Shearmur, quien en más de una ocasión trae al recuerdo las melodías de Bernard Herrmann.
Lamentablemente la película luego se vuelve extremadamente predecible para concluir con un final melodramático que resulta decepcionante.
El problema con Antes de despertar es que el director Joffé construyó un thriller con un guión plagado de agujeros argumentales y situaciones que carecen por completo de sentido.
Estas incosistencias de la historia, que no se pueden mencionar sin adelantarle hechos claves a los espectadores que no la vieron, terminaron por afectar a esta producción cuya premisa era interesante.
Antes que se revelen estas cuestiones en el acto final, la película dentro de todo consigue ser entretenida gracias a las interpretaciones de Nicole Kidman y Colin Firth, quienes remaron con mucho profesionalismo un relato que se olvida enseguida a la salida del cine.