COMO SI FUERA LA SEGUNDA VEZ
Rowan Joffe realiza un correcto thriller psicológico con Nicole Kidman como protagonista. Christine ha sufrido un accidente y solo logra retener recuerdos durante un día. Su pasado la atormenta.
Los que suelan ver televisión seguramente les suene familiar “Como si fuera la primera vez” (2004), una comedia romántica con Adam Sandler y Drew Barrymore, en la que ella sufre una enfermedad en la que se le borran todos los recuerdos al dormir. Con el transcurrir de la historia, él logra darse cuenta de que recuerda un tema de los Beach Boys, se enamoran y tienen hijos. Y como para no variar con este efectivo género, la película se paseó y pasea por los canales de aire y de cable a cualquier hora del día.
Este mismo desorden mental es el que utiliza este nuevo estreno como recurso, aunque acá con un tinte de suspenso y sin canciones playeras. El relato está basado en la obra homónina escrita por Steve J. Watson en 2011 y cuenta la historia de una mujer que a sus 47 años se sigue manteniendo joven (Nicole Kidman) y se despierta todos los días al lado de su marido, Ben (Colin Firth), sin entender prácticamente nada. Mientras ranto, el Dr. Nash (Mark Strong), gracias a un mágico aparato que saca fotos y filma, intenta ayudarla a reconstruir su pasado a pesar de lo confundida que está.
Los amantes del suspenso psicológico seguramente la aplaudirán de pie ya que el guion es efectivo y hay muchos giros inesperados. El problema surge ya que obviamente todo es un giro inesperado, el espectador sabe lo mismo que la mujer. No hay pistas. Resulta casi imposible descifrar el misterio, por lo que ninguna de nuestras mentes puede hacer hipótesis firmes. Por eso, todos esos giros no terminan sorprendiendo mucho. Pero que los hay, los hay. Además, sobre todo en la primera mitad película, nos la pasamos viendo como ella acepta su enfermedad. Un poco tedioso. Aun así, lo mejor es ver trabajar a Nicole Kidman, esta vez en una faceta bastante similar a la de “Los otros” (2001) de Alejandro Amenábar.
El estreno es nuevo pero parece que ya está todo visto, es como si fuera la segunda vez que lo vemos. Como guión para el género ‘thriller’, es redondo y casi perfecto, pero no sobresale hacia ningún otro lado. Le falta mucha novedad. La película es entretenida y de alguna u otra manera les hará pasar el rato a los que vayan a verla. Rowan Joffe: Tarea aprobada.