Santiago Giralt declara que está película tiene una libre inspiración en el filme “Opening Night” que realizara John Casavettes en el año 1977, y esa inspiración fue tan libre que sólo puede encontrase dos semejanzas de esa realización.
Una de ellas es que se trata de una historia centrada en una actriz, la otra en que como guionista dejó algunas situaciones sin cerrar, al mejor estilo que utilizara Casavettes inspirado a su vez en realizadores europeos surgidos en los años ´70, que filmaban guiones con situaciones exageradas a las que no cerraban por completo para obligar al espectador a meditar sobre las mismas.
Sinopsis
Juana Garner es una actriz muy famosa que está a punto de estrenar una obra en el Teatro San Martín de Buenos Aires. Junto a su marido y su pequeña hija se ha instaló hace poco tiempo en una casa ubicada en las afueras de la ciudad.
Román, el marido de la actriz, es un director de cine que escribe el guión de su próxima película y atraviesa una etapa en la que su capacidad creativa se encuentra bloqueada.
Ambos están “en carne viva” como se dice en la jerga artística, por diferentes motivos, pero el conflicto interior de cada uno afecta al del otro. Pasan por momentos de histeria, de ansiedad, de inseguridad, de enojo, de autismo, de incomunicación, hasta de exceso de comunicación.
Lili, la hija del matrimonio, no conoce otra forma de vida que la de ser “hija de artistas”. Todo sucede en el fin de semana anterior al día del estreno de la obra de Juana.
Análisis comentario
Al espectador se le ofrece una historia con un punto de conflicto muy pequeño, todo pasa por el estado de ánimo de los artistas “antes del estreno”, etapa no tan glamorosa en la que, sin embargo, deben seguir viviendo hasta que llegue el día de estrenar la obra y de continuar escribiendo una película. Un matrimonio como todos, aunque con exposición pública.
Podría pensarse que Giralt filmó una película para él mismo y para los cinéfilos si no fuera porque la historia que se cuenta puede resultar atractiva para el espectador común, y además en todos los personajes (incluidos los secundarios) se encontrará “un aire almodorviano”, que también puede resultarle interesante.
Resulta llamativo que en “Todo sobre mi madre” (1999) Pedro Almodóvar se inspirara para el punto de partida de conflicto en una escena de “Opening Night”.
Influyen en el perfil de los personajes las acertadas caracterizaciones de Enmanuel Miño con un maquillaje tan exagerado como también lo es en detalles el muy logrado diseño del vestuario realizado por Diego Schipani y Marcos Odaso.
Érica Rivas es una actriz con gran solvencia profesional y como Juana, la protagonista, vuelve a demostrar su talento y su capacidad para afrontar un personaje con el que corrió el riesgo de “autocomponerse”.
Nahuel Mutti, a quien se lo ha visto poco en cine, logra darle a su personaje de Román los matices adecuados, mientras que Miranda de La Serna, en su debut cinematográfico demuestra poseer los genes de sus talentosos padres (Érica Rivas y Rodrigo de la Serna) con un desempeño actoral fresco y desenvuelto para interpretar a Lili, la hija de los protagonistas.