Nos habíamos amado tanto
Tras el estreno de Caché, quizá su primer gran éxito comercial, el austríaco Michael Haneke declaró haber elegido a Daniel Auteuil, el protagonista, por su rostro; “el rostro de alguien que oculta algo”. Auteuil y la actriz anglo francesa Kristin Scott Thomas, con quien Philippe Claudel, ante todo novelista, debutó como director en Hace mucho que te quiero, forman una pareja que sortea sus últimos obstáculos hacia la tercera edad. Y aquí la cara de póquer de Auteuil vuelve a ser preponderante. Paul (Auteuil) es un neurocirujano que, inesperadamente, empieza a recibir flores de una desconocida, hasta atar cabos y concluir en que la sospechosa es Lou (Leila Bekhti), una joven inmigrante a quien en sus inicios operó de peritonitis. Inicialmente sorprendido, luego ofuscado, Paul finalmente acepta los embates pero intenta encaminar la relación hacia algo incierto, no precisamente sexual. Sin embargo, los encuentros secretos, las visitas a hurtadillas, terminan provocando celos en su esposa Lucie (Scott Thomas), de quien, para retribuir sospechas, Paul cree que mantiene relaciones con un amigo común, Gérard (Richard Berry). Antes del frío invierno logra atrapar, con un ida y vuelta entre el thriller y la comedia dramática en la línea de Claude Sautet y algunos films de Claude Chabrol.