Daniel Gimelberg, trabajó en cine como director de arte en películas como “El último Elvis” de Armando Bo, “La antena” de Esteban Sapir, “No sos vos, soy yo” de Juan Taratuto y co-dirigió en el año 98 “Hotel Room” junto al director barcelonés Cesc Gay. Antes es su primera película en solitario como guionista y director y cuenta con una particularidad gracias a la cual se destaca: tiene la música de Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Él mató a un policía motorizado. La presencia del gran Spinetta puede más que ayudar a que el film quiera ser visto o mejor dicho, escuchado, casi como un documento musical, sin embargo, ya veremos que eso no alcanza para que la película realmente atrape.
LA HISTORIA
La película cuenta la historia de Nacho, Nahuel Viale, que vive dos momentos muy marcados de su vida. Por un lado, a sus 21 años y en pleno verano tiene su casa de toda la vida, el calor familiar, los amigos, la facultad y una relación de noviazgo con Ana. Por otro lado, tiene 23 años, vive solo en un crudo invierno en la misma cada que ahora está vacía, no estudia, no tiene novia, no tiene amigos y empieza a trabajar en un taller mecánico. Estas dos etapas de su vida están mediadas por una elipsis que metafóricamente podría llamársela crecer y que en esta película está atada a un hecho concreto que se elude hasta el final.
LA FORMA DE NO CONTAR
El cine es el paso del tiempo. El drama es el paso del tiempo. Antes es un film que toma momentos de la vida del protagonista y los reitera a lo largo del paso del tiempo tanto en el presente como en el pasado. Vamos viendo cómo era antes y cómo es ahora. Claro, la ecuación es tristísima, antes lo tenía todo, ahora no tiene nada. Esta cruda realidad situada en los años 90´s elige momentos bastante banales para narrar la psique del personaje y sus emociones. Eso no tendría nada de malo si a partir de la vida misma podríamos ver qué le pasa al personaje, pero el personaje es una roca, no transmite verdad, no transmite dolor, no transmite esa pérdida, el personaje no se transformó. Por más que veamos que el tipo ahora está solo y antes estaba acompañado, que antes tenía una novia – con la que tampoco vemos un lazo estrecho, ni un amor de película- y ahora está solo… eso no alcanza para ver a un personaje vivir sumergido en el desastre de su propia vida, en el desastre de la tragedia y de la madurez. La película no logra contar el dolor, logra mostrar el antes y el después de un hecho que cambió la vida del personaje.
LA MÚSICA NO DRAMÁTICA
La película está repleta de música. Desde el principio hasta el final escuchamos un tema tras otro… a veces es medio forzado que Spinetta o Fito estén en todas las radios, en todas las fiestas pero si lograra emocionar de una manera especial, estaría bueno igual. Sin embargo, la música está usada de manera poco dramática. Suena y suena y acompaña y es hermosa y toca a las generaciones que crecieron con el flaco y con Fito, pero me pregunto si esa es la forma en la que la música tiene que sonar en cine… Muchas veces diegética y otras extradiegética, pareciera que se buscó aprovechar al máximo la posibilidad de tener a grandes músicos en la película (Fito además es el Productor Musical) y por ahí, se cayó un poquito, en un exceso (podría pasarle a cualquiera).
LA FOTOGRAFÍA COMO CARTEL TEMPORAL
La fotografía al mando de Diego Poleri está también utilizada de manera sencilla en tanto que la imagen en el verano es cálida y difusa y en el invierno es fría y dura. Un recurso fotográfico ya muy utilizado, poco original y que en última instancia, cansa por su obviedad.
CONCLUSIÓN
Antes es una película sobre el tiempo. A pesar de que el paso del tiempo es cruel, el film da una luz de esperanza a que nuevos cambios pueden venir y que todo lo malo sirve para crecer. Una experiencia más musical que visual, con situaciones y diálogos que no pasan a la historia por su brillantez.