Un thriller espacial sobre la negligencia de un gobierno
Entre la realidad y la ficción, el director español Gonzalo López-Gallego recorre todas las vicisitudes de la verdadera misión espacial a la Luna que en la década del 70 fue cancelada por la NASA. Sobre la base de documentales y de escenas realizadas para el film, el realizador compone las dramáticas circunstancias. Oficialmente, el Apollo 17 fue la última misión tripulada hacia la Luna; sin embargo, un año después dos astronautas norteamericanos fueron enviados hacia ese satélite en una misión secreta financiada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. La filmación de ese viaje -que fue mantenido en estricta reserva- recorre a través de una cámara manejada con indudable maestría las trágicas circunstancias por las que debieron transitar esos dos astronautas, quienes, al llegar al satélite, comprobaron que una nave rusa se hallaba entre los cráteres y que su tripulante estaba muerto.
Entre la ciencia ficción y el thriller, el relato va ganando en emoción y en suspenso, elementos que tienen como casi único escenario ese cubículo desde el que sus tripulantes sufrirán su fracaso y su deseo de retornar a sus hogares. Film sin duda atípico (no se dan a conocer los nombres de quienes encarnan a los astronautas ni de los rubros técnicos), se convierte así en un dramático y duro relato. Interesante en su concepción técnica, el film muestra sin máscaras la falta de humanidad de aquellos que, desde los altos mandos, programaron este alunizaje que finalizó trágicamente en medio de un esfuerzo de sus tripulantes, que dejaron sus vidas en pos de la fracasada hazaña.