Una de las peores películas estrenadas en este 2011.
Apollo 18 no ofrece otra cosa que 80 minutos de aburrimiento irritante, producto de una realización mediocre que arruinó por completo una premisa que tenía su potencial.
La semana pasada Chandler subió al blog de próximos estrenos un corto realizado por un director argentino realizado con 100 dólares que es mucho más creativo y está mejor logrado que esta bazofia que logró conseguir distribución internacional.
Comparado con esto, Actividad Paranormal (inexplicable éxito taquillero si los hay) es una montaña rusa de pura adrenalina.
La idea de la conspiración de la NASA sobre una misión secreta espacial que salió mal era una buena idea y probablemente habría funcionado mejor si no se desarrollaba con el mismo estilo de El proyecto Blair Witch, un formato que deberían dejar descansar en Hollywood hasta que presenten una idea original.
Apollo 18 fue dirigida por el español Gonzalo López-Gallego quien hunde el film en el tedio absoluto en sus primeros cinco minutos y nunca logra rescatar esta producción de ese pozo de aburrimiento que se convierte en una tortura con el paso del tiempo.
La ineptitud de Gallego para generar tensión y suspenso es impresionante.
Oren Peli, el director de Actividad Paranormal, comparado con este tipo es Alfred Hitchcock.
No ayudó tampoco que en la trama los protagonistas sean atacados por unos bichitos pedorros que aparentemente serían piedras lunares que tienen vida y nunca se llegan a ver.
Salvo que seas geólogo este concepto no podría resultar menos atractivo.
Uno recuerda lo que hizo hace poco el director Duncan Jones (el hijo de de David Bowie) con Moon, una historia completamente superior, que también tenía que ver con astronautas con problemas en el espacio y al ver esto te deprimís.
El terror brilla por su ausencia a lo largo de toda la película, al igual que el suspenso.
El film ni siquiera logra establecer una empatía con los personajes principales, cuyo destino no podría importarnos menos, pese a que el director intenta conmover al público con imágenes de archivo donde vemos a los astronautas con sus familiares.
Tampoco es de extrañar que esta película sea mala teniendo en cuenta que fue producida por un director mediocre de películas de acción como es Timur Bekmambetov (Wanted).
Un sujeto que cree que el cine de acción y la consola Play Station son la misma cosa.
Lo más gracioso de todo esto es que el productor Bob Weinstein, quien piensa que la gente que vive fuera de Hollywood es estúpida, intentó vender en los medios la idea que Apollo 18 no era una película de ficción, sino que se trataba de una cinta clandestina que habían encontrado!
Por supuesto nadie se tomó en serio semejante huevada y la campaña de marketing fracasó por completo.
Hacia el final de la historia utilizaron un discurso de John F.Kennedy, sacado totalmente de contexto, para darle mayor realismo a la trama de un modo tan infantil que resulta gracioso.
Esta película es impresentable y sería una falta de respeto al género catalogarla como una propuesta de terror.
La mejor recomendación que se puede hacer es esperar a la semana que viene el estreno de La noche del miedo que es una propuesta superior y mucho más entretenida.