Tras lucirse en 45 años con la observación minuciosa, densa y profunda del viaje en el tiempo de una pareja, el inglés Andrew Haigh encara en Apóyate en mí una nueva travesía, esta vez más cercana a las clásicas road movies estadounidenses de iniciación y descubrimiento interior a través de extensas geografías.
El protagonista es Charley (Charlie Plummer, a quien vimos como el adolescente John Paul Getty en la serie Trust), un muchacho lleno de buenas intenciones que parece condenado por el destino a sufrir toda la vida. Víctima de las desgracias de un entorno familiar autodestructivo, el chico encuentra en el mundo de las carreras de caballos un porvenir más o menos optimista, hasta que se entera de que al equino que le asignan cuidar (y con el que previsiblemente se encariña) le preparan un porvenir igual de desolador.
La decisión de Charley de escaparle a ese nuevo guiño negativo de la fortuna convierte rápidamente a los personajes más atractivos del relato (el cuidador de caballos encarnado por Steve Buscemi y la jockey que interpreta Chlöe Sevigny) en anecdóticos. Y esa huida sin fin se transforma, en vez de en una historia sobre el fin de la inocencia en una sociedad marcada por el egoísmo, en un agobiante despliegue de comportamientos miserables y sórdidos. La impasible languidez de Plummer es el reflejo perfecto del modo distante y aséptico con que Haigh se asoma a ese mundo.