Películas de superación personal hay muchas. Tanto que nunca acabaríamos de contarlas todas si me pusiera a hacer una lista de ellas. Y para más referencias, un par de amigos (o socios) que se sienten acabados, o fuera de lugar, y de repente descubren que tienen mucho que dar de sí mismos, enseñar y aprender de otros y, finalmente, volverse a encontrar en la vida.
Si la fama les suena familiar, es porque de eso va Aprendices, o The Internship, protagonizada por Owen Wilson y Vince Vaughn. La novedad en esta trama es que ambos son vendedores de relojes "a la antigua", es decir, personal y de puerta en puerta intentando convencerte de comprar. Ahora que los relojes de pulsera han pasado de moda, pues todo el mundo consulta la hora en su celular, deben encontrar un nuevo trabajo, y su mejor opción es ingresar a Google, el gigante de la internet, cuyo programa de contratación incluye una pasantía de una semana para determinar quienes serán sus nuevos integrantes.
Los chistes tecnológicos de los que pudieron "abusar" se hacen a un lado, para dar más valor a las lecciones morales, terminando por entregar una comedia dramática más que una comedia en toda su extensión. Los mejores gags son sin duda la referencia a los mutantes (que de hecho, lo gastaron por completo desde el avance) y una épica referencia al mundo de Harry Potter. Además de tener una escena completamente fuera de lugar no apta para menores que elevan inecesariamente su categoría de comedia familiar a comedia para adultos (de verdad, la escena del antro no tenía NADA que hacer en la edición, por más que me digan que hay una versión sin censura y otra con censura).
Es así que lo que pudo haber sido una comedia tecnológica moderna, termina por ser un comercial masivo de google, y un filme moralista sobre como aprovechar tus fortalezas en un mundo en el que, por momentos, todo parece ir más rápido que la vida.