MASCOTA INSPIRADORA
Fábula holandesa, estirada y muy calculadora. La historia daba para un cortometraje. Es la crónica estirada de un nene, con madre ausente y padre enojado, que a falta de mejores compañía elige un pichoncito de cuervo como mascota. El nene hace como que habla con su mami, tiene una amiga, juega al waterpolo y anda con el cuervo de un lado a otro. La alegoría es demasiado explícita Y al final la película, que hasta allí era simplemente decorativa, apela al golpe bajo. La moraleja es simple: el pájaro le enseñará al nene a buscar otros cielos.