El famoso guionista Aaron Sorkin debuta en la dirección con "Apuesta Maestra", sobre la historia real de Molly Bloom. Sorpresivamente, el lugar más seguro, el guion, es lo que deja algunas dudas. Las historias de ascensos y caídas siempre son atractivo para la grandilocuencia cinematográfica.
Más si esos subidas y bajadas incluyen la posibilidad de hablar de personalidades famosas, aunque sea “de modo incógnito”. "Apuesta Maestra" era precisamente una apuesta fácil para el debut en la dirección de Aaron Sorkin, guionista de prestigio, responsable de "Cuestión de Honor" y "Red Social", entre otras.
La historia real de Molly Bloom (nada que ver con el personaje de James Joyce) tenía todos los condimentos para que Sorkin desplegase sus artes narrativas, diera peso a “personajes prexistentes”, y pudiese atrapar en un juego que incluya relato judicial, negocios turbios, y seres de moral ambigua.
Molly Bloom fue llevada a juicio entre los años 2013 y 2014 por ser la organizadora de unas mesas de póker a las que concurría gran parte de la elite estadounidense, principalmente hollywoodense, pero también algunos miembros de la mafia italiana y rusa.
Luego de un arreglo y una fianza, Molly salió de prisión y escribió su autobiografía "Molly's Game: From Hollywood's Elite to Wall Street's Billionaire Boys Club -My High-Stakes Adventure in the World of Underground Poker", la cual se encargó ella misma de hacer llegar a Sorkin para que la adaptase al cine. Sorkin poseía casi un regalo caído del cielo.
Narrada en diferentes planos temporales, Molly (Jessica Chastain) era una prometedora esquiadora que tenía todo par triunfar en el mundo de las altas competencias.
Su padre (Kevin Costner) la había forjado con un rigor extremo para que intente ser ganadora en todo, a fuerza de perseverancia, y nunca deje de lado su inteligencia. Pero el destino quiso torcer esa voluntad, y un accidente grave la deja fuera de los torneos de esquí. Mudándose a Los Ángeles, Molly pasa de camarera a ser asistente de un bribón con negocios turbios (Jeremy Strong), entre otros, las mesas de póker. Cuando el hombre la traicione, Molly formará su negocio propio organizando partidas en hotel de lujo.
En la cresta de la ola, Molly recibe todo tipo de influencias, es ahí cuando Sorkin aprovecha para hablar aleatoriamente de varias personalidades, sobre todo del mundo de Hollywood. Molly es manipulada, pero también astuta para saber moverse en un mundo de predominancia masculina. Cuando finalmente los hechos se le escape de las manos por varios frentes, incluyendo la participación de mafiosos ávidos de poder, Molly conocerá que el abismo.
Toda esta información, Sorkin decide arrojarla casi de entrada para luego ir repasándola en una suerte de boomerang permanente. Su estilo narrativo es sólido y contundente como nos tiene acostumbrado el guionista de Steve Jobs, casi envolvente. Los problemas comienzan cuando pareciera que Sorkin desconfía de cuánto sabe el espectador promedio sobre el póker y los negocios ocultos de las altas esferas. Tal como sucedía en Moneyball, también de su autoría, "Apuesta Maestra" discurre su fuerza en medio de explicaciones y sobre explicaciones.
Es verdad, probablemente la mayoría desconozcamos cómo se manean estas mesas de apuesta, hasta puede ser que ni siquiera sepan cómo se juega al póker; el asunto es que Sorkin considera que tener estos conocimientos es fundamental para comprender todo y entrar en el clima de la película, por lo tanto, se toma el tiempo en explicar detalladamente todo, hasta lo que pudo comprenderse visualmente.
"Apuesta maestra" es claramente un film con la mira puesta en las premiaciones, y se sabe, la fórmula para eso es que no duren menos de dos horas.
Los 140 minutos de Apuesta Maestra se hacen notar, y mucho, la historia no siempre se sostiene, en gran parte porque la mayoría de esos minutos se van en diálogos explicativos. Sorkin tira munición gruesa contra Hollywood, la clase alta, el gobierno (aunque siempre salvando el patriotismo, obvio), la mafia – a la que subestima bastante . pero deja una mirada algo benévola para su protagonista, en definitiva, una estafadora.
Molly es una mujer fuerte en un mundo de hombres (aunque lo muestra sin lugares comunes, está claro que esto es central, y si Molly no fuese bonita muchas puertas no se hubiesen abierto), es alguien que quiere cumplir el sueño americano, que sufrió una tragedia y una educación estricta y debe reponerse a eso.
También es alguien que puede ser timada y sobrepasada por un mundo más peligroso del que creía, y además, es leal. Está claro que "Apuesta Maestra" es una autobiografía.
Tal cual sucedía con Martin Scorcese y El Lobo de Wall Street, "Apuesta Maestra" toma a su protagonista con pinzas, juzgándola pero siempre con un guiño de confianza. Jessica Chastain (que la propia Molly Bloom pidió que la interpretase) realiza otra de sus labres sobresalientes, pero a esta altura parece ser que este tipo de personajes de fortaleza y glamour le salen con bastante facilidad.
Entre los secundarios, Idris Elba como el abogado de Molly tiene menos peso del necesario, y resalta Kevin Costner como ese padre férreo.
"Apuesta Maestra" es una película fuerte, con mucha potencia y convicción narrativa, correctas interpretaciones y apartados técnicos de alto nivel. Sorkin no mantiene la misma vara alta a la hora de frenar el ritmo y explicar lo que quizás o era necesario si tan solo hubiese corrido un poco el eje del asunto.