El juego del tedio.
El gran problema de Apuesta Máxima se adelanta al espectador a pocos minutos de comenzado el filme, cuando la premisa que da origen a la acción se presenta y –curiosamente- se plasma contante y sonante en la boca de un personaje, el cual le pregunta al protagonista: “¿Me estás diciendo que te vas a ir a Costa Rica, un lugar del que no sabes nada, en donde no hablás siquiera el idioma, para buscar al dueño de un sitio de apuestas internacional, decirle que te hizo trampa y esperar que te devuelva el dinero?”. A lo que el protagonista responde: “Es mi única opción”. Ese, queridos amigos, es el ridículo puntapié inicial de la nueva película de Brad Furman, aquel que alcanzo cierto grado de notoriedad con Culpable o Inocente, un par de años atrás...