Más que máxima, viene sin fuerza
El nombe "Apuesta máxima" es una ironía si tenemos en cuenta que el director Brad Furman ("The Lincoln Lawyer") se fue por un camino demasiado seguro, tanto que cayó en casi todos los clichés de las películas sobre estafas y traiciones. Más bien la re nombraría "Apuesta débil" o "Apuesta con miedo".
Visualmente la película está bastante bien, mostrando el lujo de la mafia de las apuestas y los excesos, a su vez nos sumerge en el mundo de los juegos por dinero online, puntualmente juegos online de póker, lo que podría haber resultado mucho más atractivo de lo que realmente fue. Los actores están bien también en sus respectivos roles, entonces, ¿cuál fue el problema de esta producción? En primer lugar le faltó más vuelo al guión, ya que la historia terminó siendo absolutamente predecible y digna de un fim de TV de Hallmark Channel. Es el eterno problema de guión de siempre. Me cuesta creer que los escritores o directores cometan siempre el mismo pecado. Sospecho que es una cuestión más de los estudios, que normalmente piensan que hacer películas es aplicar una misma fórmula hasta el hartazgo exprimiendo el jugo de la naranja de oro hasta que los números no cumplan con las expectativas.
Hay traiciones, momentos de tensión y figuras de moda en Hollywood como Justin Timberlake y Ben Affleck, pero así y todo la propuesta resulta soporífera y hace soltar un par de bostezos durante el metraje. No se logra la interacción adecuada con el espectador y termina pasando que nos importa poco como finalice la cuestión.
Diría que es una peli sólo para fanáticos de los thrillers en serie, de esos donde mientras haya una buena puesta, locaciones atractivas y una mínima de nudos y tensiones se acepta como producto entretenido. A mi me pareció que se quedó bastante corta.