En estos tiempos modernos la frase “abran juego” se traslada al sistema online.
Esta historia muestra una vez más lo que se puede hacer a través de las distintas páginas en internet, uno de los tantos ejemplos lo vimos en la película que se estrenó a fines de julio: “Ladrona de identidades” protagonizada por Jason Bateman y Melissa McCarthy, donde a través de una serie de preguntas una mujer va robando identidades y sumando víctimas. Aquí un joven Richie Furst (Justin Timberlake), realiza apuestas jugando al póker online, dado que él no se encuentra pasando un buen momento económico.
Con la idea de ganarle al sistema apuesta el dinero de su matrícula para la Universidad de Princeton, pierde todo y descubre además la estafa. Para recuperar su capital, realiza un viaje fuera del país (la trama se traslada de Estados Unidos a Costa Rica) para conocer, denunciar a Iván Block (Ben Affleck), dueño de la página y multimillonario. A pesar de todo terminan trabajando juntos e ingresando al mundo oscuro de los juegos y las apuestas online, en un principio algo impensado, el protagonista se ve rodeado de lujos, fiestas increíbles, mujeres hermosas, todo el glamour y se vinculará además con corruptos, gánster, estafadores y agentes del FBI.
El director es el americano Brad Furman, algunos lo recordarán por “Culpable o inocente” (2011), con: Matthew McConaughey, Marisa Tomei y Ryan Phillippe, (contaba cuando un abogado especializado en defender a criminales, le llega un caso y le causa consecuencias inesperadas). En esta oportunidad trabaja con Timberlake un actor que agrada sobre todo a las adolescentes y Affleck se destaca más como director (ganador del Oscar por “Argo”), que como actor pero juntos se complementan bien.
El desarrollo de la trama es bueno, los primeros veinte minutos contiene un montaje dinámico, buenas locaciones, se manejan bien ciertos climas, entretiene, hay traiciones y piñas, tampoco falta una mujer hermosa, en este caso Rebecca Shafran, interpretada por Gemma Arterton, entre otras. Luego resulta previsible, personajes que desaparecen, a lo largo de los últimos minutos todo lo que comenzó a pura adrenalina se diluye.