Es una historia atractiva que sabe mezclar el drama y el humor negro (es bien negra), resulta vibrante e intensa, con cuatro protagonistas sólidos en sus interpretaciones, sangrienta, audaz, mostrando lo peor del ser humano, donde todo es vendible, está a sus anchas el capitalismo por sobre todas las cosas, la música estridente, las ambientaciones con colores y luces y el buen manejo de la cámara son esenciales para cada situación. No es recomendable para aquellas personas sensibles.