Aquaman

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Entre la tierra y el océano

“Aquaman” (2018) es una película de superhéroes que constituye la sexta producción cinematográfica dentro del Universo Extendido de DC (DCEU). Dirigida por James Wan (El Conjuro 1 y 2), el guión estuvo a cargo de David Leslie Johnson-McGoldrick y Will Beall. Protagonizada por Jason Momoa (Khal Drogo en Juego de Tronos), el reparto se completa con Amber Heard, Patrick Wilson (Insidious), Willem Dafoe, Nicole Kidman, Temuera Morrison, Graham McTavish (Outlander), Yahya Abdul- Mateen II, Michael Beach, Dolph Lundgren, Ludi Lin, entre otros.

Escapando de un matrimonio arreglado, Atlanna (Nicole Kidman), reina de Atlantis, logra llegar a la superficie y es rescatada por Tom Curry (Temuera Morrison), dueño del faro. Con el paso del tiempo los dos se enamoran y tienen un hijo, al que nombran Arthur debido a una tormenta marina de la actualidad. No obstante Atlanna debe regresar a las profundidades del mar para proteger a su niño. Así es como Arthur crecerá sintiéndose culpable y odiando a la nación submarina ya que ésta consideró a su madre como una traidora y decidió ejecutarla. Ya mayor, y con su medio hermano Orm (Patrick Wilson) en el poder, Aquaman (Jason Momoa) tendrá que hacerle frente y reclamar el lugar que le pertenece por derecho. Con la ayuda de la princesa Mera (Amber Heard), Arthur seguirá los consejos de Vulko (Willem Dafoe), mentor en su adolescencia, para dar con el tridente de Atlan (Graham McTavish) y vencer a Orm, el
cual está próximo a destruir la superficie terrestre.

Luego de la “Liga de la Justicia” (Justice League, 2017), Jason Momoa vuelve a ponerse en la piel de Aquaman pero esta vez para contar su historia de origen, gran desafío teniendo en cuenta que la mayoría de escenas debían ser concebidas bajo el agua. Por suerte, la mayoría de los efectos especiales no decepcionan, haciendo que el mundo acuático tenga un diseño espectacular que, como espectador, da ganas de explorar más y más. Aunque muchas escenas de acción luzcan más como un videojuego que como personas reales luchando, la cinta mantiene su épica y estilo aventurero en
todo momento, logrando que el entretenimiento no decaiga a excepción del final, donde sí se siente un poco alargado innecesariamente.

Otro punto a favor del film consiste en sus dos villanos, que no son malos porque sí. Mientras que el pirata Manta (Yahya Abdul-Mateen II) quiere venganza porque Arthur decidió dejar morir a su padre en un submarino, los motivos de Orm contra la tierra tienen muchísimo sentido, dejándonos un mensaje ecologista súper importante.

En cuanto a nuestro protagonista, los guionistas decidieron darle un toque cómico sin dejar de lado sus inseguridades y miedos: a Aquaman no le interesa convertirse en un rey ni quiere saber nada con Atlantis en un principio, pero cuando ve que el mundo donde vive su padre está en riesgo la única alternativa que le queda es enfrentar a su hermanastro. Haciendo bastante hincapié en el hijo puro versus el bastardo, la cinta inevitablemente recuerda a Thor y Loki e incluso a Harry Potter con la diferenciación que se le hacía a Hermione llamándola “sangre sucia”.

Con paisajes del desierto del Sahara y la isla de Sicilia, Italia, “Aquaman” llega a las pantallas para seguir demostrando que, como con “Mujer Maravilla” (Wonder Woman, 2017), DC es capaz de hacer buenas películas de sus superhéroes.