Aquaman

Crítica de Martín Pérez - DiarioShow

Una historia de mucha acción

El film muestra la historia completa de Arthur Curry, desde que se conocen sus padres, la reina Atlanna (Nicole Kidman) y su enamorado mortal Tom Curry (Temuera Morrison), y de cómo el pequeño semidiós creció bajo la tutela de su padre.

Aquaman fue siempre un superhéroe relegado. Ya sea por algunas adaptaciones berretas en dibujos animados, por la suposición de que su historia y sus poderes no estaban a la altura de los demás “ídolos” de la Liga de la Justicia, o simplemente por estar siempre a la sombra de otros personajes mejor posicionados dentro de la franquicia, como Superman, Batman y La Mujer Maravilla, Arthur Curry nunca logró ser respetado como sus colegas.

Todo esto, dicho desde el mundo por fuera de los fans de comics, nicho en el que obviamente Aquaman sí tuvo y tiene fans. Todo ese bagaje comenzó a cambiar cuando se inició la producción de La Liga de la Justicia -grupo del que ya se conocía a Superman y Batman pues sus marcas siempre estuvieron representadas en cine y TV- y se presentó a Jason Momoa como Curry.

Momoa venía de representar al salvaje Khal Drogo, sinónimo de masculinidad y fuerza bruta en “Game of Thrones”. De porte impresionante (quién se animaría a meterse con él), rostro y actitud misteriosa en pantalla, daba vuelta el juego y los prejuicios. Con una primera aparición en la película de “La liga de la Justicia” bastante aceptable, en donde se mostraba soberbio pero muy divertido, las cosas iban bien encaminadas.

Por eso, el resultado de Aquaman, en su primera película en solitario, no sorprende mucho, pero sí dentro de un contexto en el que DC llevaba siempre el cartel de “perdedor” ante el siempre vencedor universo de Marvel. Junto a Mujer Maravilla, “Aquaman” es otra luz de esperanza en el mundo de los superhéroes de este lado de la grieta.

El filme nos muestra la historia completa de Arthur Curry, desde que se conocen sus padres, la reina Atlanna (Nicole Kidman) y su enamorado mortal Tom Curry (Temuera Morrison), y de cómo el pequeño semidiós creció bajo la tutela de su padre, aunque fue entrenado por Vulko (Willem Dafoe), un científico de Atlántida.

Mera (Amber Heard), princesa guerrera de Atlántida, acudirá a Arthur para que ocupe su lugar como rey, para evitar que su medio hermano Orm (Patrick Wilson), le declare la guerra a la superficie. Para ello, Curry y Mera deberán buscar el tridente de Poseidón, único elemento que puede mantener la paz en el mundo. Otro de los problemas que deberá enfrentar Aquaman es a un vengativo villano, Black Manta (Yahya Abdul Mateen II), quien culpa al héroe por la muerte de su padre, y es apadrinado por la gente de Atlántida, para evitar que Curry tome su lugar.

La película tiene mucha acción y humor dentro de la épica de reyes y reinas. Una injusta comparación podría ser “Thor: Ragnarok”, porque “Aquaman” ostenta a un ¿Inmortal? Monarca que elige la rebeldía por sobre su obligación real, pero que se divierte en batalla. La película dirigida por James Wan (conocido por su trayectoria en cine de terror) sabe cómo jugar desde lo inusual y sabe aprovechar a un actor como Momoa, haciendo que haga de sí mismo.

Claramente apunta a un público joven, con gags sencillos, y un libreto que a veces sobreexplica todo lo que se ve o se entiende en pantalla. Estos detalles aparecen en las escenas más solemnes y por lo tanto menos coherentes con el resto de la película. Sin embargo, acompañando esa estructura con una impresionante producción (fotografía y FX) y excelentes toma de acción, deviene en una extravagante, cursi pero gran película.