En la primera semana del año coinciden cuatro estrenos protagonizados por mujeres. Tres de ellos, dirigidos por mujeres. La excepción es "Aquarius", de Kleber Mendonça (filho). El título alude a un viejo edificio de Recife donde vive una señora de buen ver. Linda vida: cada mañana cruza la calle y ya está en la playa, hace gimnasia y otras cosas grupales, a las que adhieren de buen humor hasta los muchachones de la favela. Todos la quieren, salvo unos empresarios que han comprado casi todo el edificio para demolerlo. Sólo falta el departamento de la señora. La película tiene varios puntos flojos (por ejemplo, una discusión con la hija resuelta del modo más berreta), pero se sostiene en tres puntales: Sonia Braga, de elogiable actuación y precioso perfil; su personaje, ideal de muchas espectadoras, y un fondo de fábula política donde la mujer, emblema de una burguesía progre, resiste "la mala educación de los ricos" que quieren arrasar con todo.