Drama asordinado con buen elenco
Ya pasado el pico de la moda del Nuevo Cine Rumano, llega hasta nosotros esta nueva muestra de sus cualidades, pero también sus defectos. O exigencias, como les llaman algunos enamorados de En este caso, atenuados por los colores cálidos y lindos ambientes por donde se desarrolla la historia, y, particularmente, por las cálidas escenas de una pareja.
Esa historia es bastante simple. Sólo algunos aspectos de la vida cotidiana medio insípida de una familia de clase media bien afirmada. Pero en ella el personaje masculino, un gordito insulso, debe decirle a la insulsa de su mujer que tiene una amante rubia, enamorada, a punto de caramelo, y encima es la dentista de su hija. Por supuesto, ésa será la última Navidad que ha de pasar la familia completa.
¿Cómo podemos engancharnos con esa gente? Ahí está el mérito de la obra, elaborada en base a pequeños detalles, leves cambios de tono, equilibrada exposición de los sentimientos de cada parte, y, sobre todo, grandes trabajos actorales, de esos de composición muy interna, que aflora poquito pero con persistente penetración en el espectador atento. Señalable director de actores, entonces, el realizador Radu Muntean. Y calificado elenco, compuesto por la rubia María Popistasu, la morocha Mirela Oprisor (premio a la mejor actriz para ambas en Mar del Plata 2010) y el varón Mimi Branescu.
Pequeño detalle: Branescu y Oprisor son marido y mujer en la vida real. Popistasu, entre nosotros, Popi, es mujer del guionista Alexandru Baciu. Para facilitar las cosas, los respectivos cónyuges no fueron al set ni de casualidad los días en que Mimi y Popi filmaban sus lindas escenas de mimos. Pero es de sospechar que la escena donde Oprisor, en papel de esposa que descubre el engaño, va cambiando de estado de ánimo hasta reventar y descargarse sobre el marido culpable, bueno, probablemente esa escena debe incluir un auténtico y nada ficcional pase de factura. Y más de una mujer habrá de sentirse identificada en la platea (sin embargo, todavía peor es su mirada cuando después ve al infeliz pagar su culpa justo para navidades).
En síntesis, bien el final, bien todo el elenco, y muy bien la rubia, lástima el malhumor casi general y tanta escena larga en plano fijo.