Aquellos que desean mi muerte me hizo acordar a las “películas evento” de la década del 90.
Es decir, esas que sin ser de superhéroes y/o ciencia ficción venían con una gran campaña y hacían mucho ruido, tales como Twister (1996), Volcano (1997) o Dante´s Peak (1997).
Y si bien aquí el desastre natural (intencional) no es lo principal, tal como lo fue en los ejemplos citados, sirve como excusa argumental y conflicto para su protagonista.
Y aquí reside una linda interrogante para plantearse sobre este film, porque si bien -por razones obvias- el personaje principal es el que interpreta Angelina Jolie, queda claro que el verdadero protagonista e hilo conductor de la historia es el niño de 12 años (interpretado por Finn Little).
Es a través de su personaje que todos los arcos interactúan (e importan). Acompaña un gran elenco compuesto por Jon Bernthal, Nicholas Hoult, Aidan Gillen, entre otros.
La película tiene buen ritmo y entretiene. No pretende ser más de lo que es.
El director Taylor Sheridan viene con una carrera interesante, su debut en la silla fue con la muy buena Wind River (2017), pero también se destaca como guionista en producciones tales como Hell on High Water (2016) y Sicario (2015).Y aquí vuelve a cumplir.
En definitiva, es una buena opción dentro del maintream para escapar a las historias con capas e intergalácticas.