Hace pocas semanas se estreno en estas playas el filme “A dos metros de tí”, al que mi colega, que no voy a nombrar, la califico como regular, dando por terminada una relación de amistad de varios años.
Este Filme, previsible en todo sentido, ya desde el titulo, aclarando que esto no es culpa inherente ya que el agregado de AQUÍ EMPIEZA TODO da por sentado qué vamos a ver antes de adquirir las entradas, solo con ver el afiche.
El punto es que compite con el filme antes mencionado, es tan arduo el trabajo de suponer cual de las dos prevalecerá, que se torna sumamente incómodo.
La que nos convoca narra la historia de chica buena conoce chico malo, original por donde se la lea, es además un catalogo de lugares comunes, que se regodea sobre los mismos, en un dejo de autocomplacencia pretenciosa.
El principio de la película, se presenta como el fin de la historia, por lo que seremos testigos de un relato contado por la protagonista.
Tessa Young (Josephine Langford) es una adolescente en su primer día de universidad, atrás quedo la casa materna y un novio de secundaria. Un mundo nuevo se le aparece a la ingenua joven.
Su compañera de habitación es una experimentada estudiante, cuya composición pone en alerta roja a Carol (Selma Blair) la madre de Tessa. Ya que estamos debo mencionar que Selma maduró como un excelente vino añejado en roble.
En los primeros días de esa nueva vida su compañera de cuarto le presenta a Hardin Scott (Hero Fiennes Tiffin), con quien se rechaza de inmediato (UF!!!)
No bastando con eso, los personajes están construidos como sendas caricaturas de textos escritos en siglos anteriores, y por si no quedara claro, los títulos de los mismos son “recitados” por los protagonistas (no creo que los hayan leído ni siquiera los conozcan) “Cumbres Borrascosas” de Emily Bronte y “Orgullo y Prejuicio” de Jane Austen.
Si a esto se le suma un diseño de arte puesto al servicio de la nada absoluta, fotografía cálida, por supuesto con tonos pasteles claro y una banda de sonido empalagosa, que no crea climas solo redunda sobre la imagen.
Tampoco ayuda la muy mala performance de los actores, ella con cara inexpresiva, sin matices, él con dos gestos, cara de malo asumido o cara de bueno, víctima de las circunstancias familiares por antonomasia.
Presentada como un filme para adolescentes, o preadolescentes, ¿Este es un nuevo género cinematográfico?
Ambas películas, esta y la nombrada al principio compiten por lo peor del año, mi ex amigo justificó la calificación pues “rescato” las actuaciones, acá no hay perro San Bernardo con barril de brandy que la salve.