El comienzo de la película es atrapante. Como en una de las primeras escenas de Marathon Man, el presente se vuelve inesperadamente violento cuando un personaje del pasado muestra sus garras. Un hombre persigue con su auto a un ladrón que acaba de robar violentamente una cartera. La escena tiene suspenso y hasta un cierto humor, hasta que el hombre lanza su auto a toda velocidad y aplasta al ladrón contra una pared. El hombre terminará arrestado cuando se descubra además lo que lleva en su baúl.
La historia que cuenta Araña está narrada en dos tiempos. El presente mencionado y el pasado de un grupo nacionalista chileno de extrema derecha que a comienzos de los años 70 busca derrocar al gobierno de Allende. Los tres jóvenes protagonistas de la historia formaron parte de ese grupo en aquellos años y ahora mayores sus vidas han tomado diferentes rumbos. La más preocupada es Inés, que ahora se ha convertido en una mujer de negocios con poder y una vida respetable y el crimen de su ex compañero de grupo la expone frente a todos, revelando su pasado.
La película, salvo la escena inicial, no sabe muy bien qué hacer con las escenas del presente. Con respecto al pasado es interesante que todo el punto de vista esté centrado en un grupo de derecha, mostrando sus ideas y su accionar. Las ideas de aquellos años están plasmadas con mayor objetividad que las del presente. Mientras que el director confía en que no debe comentar el pasado, con respecto al presente hace bajadas de línea que debilitan la totalidad de la historia.