Argentina, 1985, la nueva película de Santiago Mitre, protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani, llega para inscribirse en esa categoría tan poco visitada por el cine nacional: films sobre historia argentina. Qué reticencia, la nuestra, a navegar el pasado con los hechos como protagonistas.
¿De qué se trata Argentina,1985?
Tan reciente la historia y, a veces, tan poco recordada. Como alguien que nació en el año y en el país que dan título a la película, puedo decir que el secundario no pasó de Rosas, y el CBC, con suerte, llegó al primer Perón. ¿Y lo demás? Si la curiosidad de leer un libro no fue suficiente, aquí llega el cine para traer de vuelta un hecho que, para los sub-40, puede no ser más que un título: El Juicio a las Juntas. Qué, quién y cómo son los detalles sobre los que «Argentina,1985» viene a echar luz.
La película se centra en cómo el fiscal Julio Strassera (Ricardo Darín) debe llevar adelante el juicio contra las autoridades militares responsables del denominado “Proceso de Reorganización Nacional”, o sea, la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.
El joven abogado Luis Moreno Campos (Peter Lanzani) junto a un grupo de jóvenes lo ayudarán a recopilar pruebas y testimonios con el fin de lograr lo que, en 1985 y con los militares aun soplando en la nuca, parecía imposible: meter presos a Videla, Massera, Viola, Agosti y demás responsables de la dictadura.
Análisis de la película «Argentina,1985»
La Justicia, ay, pobre, tan vapuleada y manoseada, alguna vez funcionó. Y alguna vez no fue cualquier vez. Fue cuando parecía imposible, cuando los cuarteles no eran de adorno y la democracia era una realidad frágil y sensible a cualquier ventisca. Y fue, además, Justicia real: no símbolos, no palabras vacías, no fotos. Fue sentencia. Imperfecta, sí, pero Justicia al fin.
Santiago Mitre logra en esta película, no solo narrar con toda la objetividad posible, si es que tal cosa existe, lo que fue el Juicio a las Juntas, sino también presentar algo que, en lo personal, sentí catártico: saber que, alguna vez, hubo Justicia. Independencia de poderes, como desliza en un simple pero poderoso comentario Alejandra Flechner, como la esposa del fiscal Strassera.
Otro logro de la película es tomar los lugares comunes, poner lupa y comprender que, como casi todo en la vida, es más complejo. Me refiero al fiscal adjunto Moreno Ocampo. El peso que tiene en la historia su familia de origen militar y una madre que “va a misa con Videla”, viene a demostrar que el maniqueísmo no es tan así y que ese juicio por la verdad sirvió mucho más que para meter presos a estos militares: hizo que el pueblo sepa lo que pasó. Memoria, verdad y justicia pasando del slogan a la realidad.
Ricardo Darín se convierte en Strassera, en el tono justo, en otra gran actuación de quien ya no necesita elogios, mientras que Peter Lanzani está cada vez más enorme como actor. Todo el elenco se luce, desde la contundente voz de Carlos Portaluppi, la eficacia del maestro Norman Briski hasta la gracia instintiva del pequeño Santiago Armas, el actor que interpreta al hijo de Strassera.
Imposible no mencionar la excelencia de la dirección de arte y su ambientación histórica, lo que da cuenta también de un titánico trabajo de producción – y presupuesto. Esos colectivos curvos, los teléfonos públicos curvos… el tiempo nos ha vuelto más rectos. O quizás no.
«Argentina, 1985» navega con soltura y sensibilidad en esa delgada línea de narrar una historia real de forma tan apartidaria como es posible, tan apartidaria como la Justicia que retrata y tan apartidaria como la Justicia debería ser. “Los hechos son sagrados, las opiniones son libres”, se dice y así lo entiende la película. La memoria no es solo un slogan, sino saber lo que pasó.
Si un film logra refrescar la memoria o tan solo que los espectadores sepan que el Juicio a las Juntas existió, misión cumplida. Si, además, es una gran película, bien contada y entretenida, ¿qué más se puede pedir?
Argentina, 1985
Puntaje: 9
Duración: 140 minutos
País: Argentina
Año: 2022