Dijo en alguna oportunidad el escritor Ítalo Calvino que cuando uno lee por primera vez un clásico en realidad lo está releyendo, por todo el conocimiento previo que se tiene acerca de esa obra aún sin haberse aproximado a ella. El tiempo dirá si Argentina, 1985 tiene destino de clásico, pero el runrún generado en torno a su estreno la convirtieron sin dudas en el acontecimiento cinematográfico local del año. Las distinciones internacionales (la nominación al Oscar, el premio del público en San Sebastián), el recorte de salas de exhibición -que tampoco fueron tantas- por el acuerdo con Amazon Prime y su inevitable conexión con el presente de nuestro país (el cuestionamiento hacia la Justicia, el reverdecer de la derecha) hacen que la película se vea casi "de postre". Así y todo, valen la pena algunas consideraciones: