Misterio en la casa familiar
En una casa de paredes húmedas y descascaradas viven Alberto, su hijo Fernando y Mariana, la esposa de éste. Como todos los días, el trío cumple con su ritual de desayunar frente a una mesa destartalada y son pocas o ninguna las palabras que cruzan entre ellos. Cuando su hijo y su nuera salen para sus respectivos trabajos, Alberto queda solo con sus tristes recuerdos y sus fantasías. Es un hombre amargado que perdió a su mujer y que, en esa casa empobrecida, sólo sabe cebar mate o jugar con su pájaro enjaulado. De pronto, un desconocido irrumpe y Alberto logra encerrarlo en una habitación hasta la llegada del hijo, y ambos comenzarán a trazar un siniestro plan para desembarazarse de ese individuo que rompe la monotonía de la peculiar familia.
El director Mauro Nahuel López eligió darle a esta historia un clima opresivo y misterioso, y para ello se valió de una muy buena fotografía en blanco y negro y de un grupo actoral en el que sobresalen Lorenzo Quinteros y Carlos Echevarría.
Por momentos no es fácil seguir el relato, ya que otro individuo se sumará para borrar todo rastro del intruso, pero este juego de idas y venidas va convirtiendo la trama en una sucesión de preguntas sin respuestas y en tétricas decisiones de este film sin dudas atípico.
Los rubros técnicos aportaron calidad a este relato que se presta para la polémica y se deja llevar con silenciosas pausas hasta un final inesperado.