Silencios que matan
El cine suele nutrirse de “Best Sellers” u obras de teatro para nuevas y constantes producciones. Generalmente estas realizaciones se traducen en la codiciosa mirada de una productora que busca explotar un boom literario, o teatral para abultar aún más su cuenta bancaria. Armonías del caos (2016), se vuelve el contrapunto perfecto de los gastos millonarios y los derechos de autor, y sumerge a sus espectadores en una película realmente atrapante, donde por momentos las butacas de la sala, se convertirán en las tablas de un teatro.