Tiene una linda estética su desarrollo todo en blanco y negro, la fotografía de Sergio Piñeyro (Carne sobre carne) y la música de Javier Góngora. La trama tiene una serie de interrogantes, situaciones misteriosas y extrañas. Se destacan las actuaciones de Carlos Echevarría y Lorenzo Quinteros. Pero por momentos resulta monótona. Es la ópera prima de Mauro Nahuel López.