Arpón

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Proteger a los alumnos de ellos mismos y de sus compañeros es la idea que tiene y concreta diariamente, dentro del colegio en el que trabaja como rector, Germán (Germán de Silva). Su actitud para con ellos es severa, exigente e implacable. Los controla preventivamente y los chicos aceptan dócilmente la requisa de sus mochilas. Hasta que se cruza con una alumna de 14 años, Cata (Nina Suárez Bléfari), quien lo enfrenta. Ese contrapunto no es uno más sino que va a traer consecuencias inesperadas para los dos.

Ambos personajes tienen sus características particulares que los hacen atractivos. El de la chica, que pese a ser linda ella frente a los otros no se ve así, y es por eso que hace lo que hace y actúa en rebeldía, porque el entorno familiar brilla por su ausencia. Y el del rector, que es un solitario, tiene un viejo auto, que lo usa para todo tipo de menesteres, y una humilde casa. Su vida es la escuela y las prostitutas, especialmente una Mica (Laura López Moyano), con la que tiene una ligazón especial.

El film transita por distintos momentos, los románticos, escolares, tranquilos, álgidos, violentos, bucólicos, etc. donde las dudas, la intriga, el suspenso y la violencia predominan en el relato, generando una permanente sensación de incomodidad en el espectador, que es lo más logrado de la película.

Para este tipo de realizaciones cinematográficas se necesita un héroe, y ese traje lo calza perfectamente Germán, quien actúa con decisión y coraje para encontrar a Cata que desapareció bajo su responsabilidad.

En su ópera prima Tom Espinoza filmó en Berazategui una historia que abarca varios géneros, porque es un drama y un thriller, mezclado también con un policial. Y querer tratarlos a todos juntos, sumados a ciertas actitudes de los protagonistas, que no justifican previamente sus acciones, simplemente las hacen, para que fluya la narración, no resultó del todo beneficioso en el desenlace final.