Una película inquietante y perturbadora, donde los personajes ponen sus reglas sin cuestionarse demasiado.
Nadie dice nada, el abuso está presente, las drogas, el sexo, el autoritarismo y la trata.
Arpón es la ópera prima del venezolano Tom Espinoza, quien va contando la historia con cámara en mano, planos que generan cansancio, confusión y malestar, como los personajes. Ese director de escuela, que inimputablemente revisa a los alumnos, los atropella, hace abuso de autoridad… se mete en lugares incómodos, donde no debería estar.
Corre los límites hacia donde se le canta. Y como espectador, nos sentimos impotentes.
Un film que genera sensaciones diversas con actuaciones correctas.