El film, basado en una de las quince novelas de Vince Flynn que traen las agitadas aventuras del agente Mitch Rapp, llega en momentos donde los ataques de grupos armados alertan a las grandes ciudades del mundo. Asesino: Misión venganza viene con acción e impone nuevamente la figura del héroe, un joven entrenado para misiones casi suicidas y a punto de ejercer su propia venganza.
Dyan O´Brieb -el actor de la saga Maze Runner- es Rapp, el joven que presencia el asesinato de su novia en plenas vacaciones en Ibiza en manos de un grupo terrorista -lo más intenso del film-, es un recluta de operaciones encubiertas de la CIA que sigue el severo entrenamiento del veterano de la Guerra Fría, Stan Hurley -Michael Keaton-. Este dúo responde además a la Subdirectora de la CIA Irene Kennedy -Sanaa Lathan- y debe investigar y seguir los pasos de un misterioso agente -Taylor Kitsch- que intenta comenzar una Guerra Mundial en el Medio Oriente.
El director Michael Cuesta -Matar al mensajero y la serie Homeland- cuenta con el guión de Stephen Schiff para construír una historia ambientada en diversos escenarios internacionales que trae a la memoria a Jason Bourne, manteniendo el tono de ese tipo de realizaciones aunque con menos suerte.
Si bien la acción se paraliza en mitad de la película, sumando minutos de más, la tensión está latente. La presencia de Michael Keaton como el militar que entrena a jóvenes con condiciones para enfrentar peligrosos desafíos, deriva en un producto de acción que pone su cartel de alerta mundial en un desenlace donde la producción echa la casa por la ventana, entre torturas, recuerdos del pasado y un presente tan caótico como desolador.