Acción y lugares comunes
Una mezcla de los films basados en las novelas de Tom Clancy, los bosquejos de la serie de Jason Bourne y algún ingrediente de los juegos de espías de James Bond, esta película intenta darle un giro más realista a esas historias. Sin embargo, todo se vuelve demasiado inverosímil a causa de un guión que acumula lugares comunes como Mitch (Dylan O'Brien), el universitario convertido en mercenario sediento de sangre y venganza -luego del asesinato de su novia a manos de una célula terrorista-, quien apila cadáveres a su paso. Lo mejor del film es la aparición de Michael Keaton como un endurecido espía e instructor encargado de formar a las máquinas de matar de la CIA.