Adaptación cinematográfica de la saga de best sellers de Vince Flyn que ubican a un principiante en medio de una red de conspiración mundial. En ese acercamiento al novato que debe relacionarse con una estructura ya establecida, claramente, no hay nada nuevo bajo el sol.
Y menos en esta lineal puesta en escena, de la que, salvo las actuaciones de Michael Keaton, no hay otro punto interesante para destacar. Dylan O’Brien intenta darle verosimilitud a un rol con el que le queda demasiado grande. Hay buenas intenciones, pero se pierden en el camino de refritar otras propuestas similares.