Carnicería Ninja
Asesino Ninja es un entretenimiento arrollador por sus coreográficas peleas recargadas de sangre y violencia. El dolor físico, puesto en su máxima expresión, articula la trama de este film de acción producido por los hermanos Wachowski y Joel Silver, responsables de la saga Matrix.
Raizo (Rain) es un asesino despiadado desertor del Clan Ozonu. Este Clan comandado por Ozunu, se encarga de adiestrar niños huérfanos para convertirlos en desalmados asesinos. Raizo un día decide escapar, motivo por el cual es buscado para ser ejecutado por su traición. Aunque no sólo es buscado por el Clan sino también por la policía. Pero no estará solo, Mika (Naomie Harris), una mujer policía negra, intentará ayudarlo.
Dirigida por James McTeigue (V de Venganza), la película abre con un plano detalle de un cuerpo siendo perforado por una aguja que se hace paso entre sangre y sonidos de dolor para imprimir un tatuaje en la piel a un miembro del Clan Ozunu. El dolor y la sangre, fuente de nutrición del “asesino ninja” quedan establecidas en la primer imagen para nunca mas irse, incluso potenciarse en el resto del relato.
Utilizando peleas coreográficas filmadas con estilo clipero, Asesino Ninja no deja nunca el pulso rítmico de la acción, desparramando cuanta sangre por computadora pueda generarse (ese mismo efecto utilizado en películas como Kill Bill o El Tren de Medianoche) generando un collage de tonos rojos que inundan la pantalla.
Pero mas allá del entretenimiento y el despliegue visual, al film le falta desarrollo en la relación Raizo-Mika para terminar de justificar las masacres posteriores. Si bien hay toques de humor que alivianan la carga sangrienta de la película, cierta frialdad en la relación hacen distante –así como en un video juego- las violentas batallas de puño y patada.
Toda la imaginería está puesta en impactar visualmente al espectador a fuerza de sangre, sudor y patadas voladoras. Y el efecto es logrado, quienes gusten de este tipo de films killbillescos, saldrán satisfechos.