Basada en el libro de Jef Geeraerts y con guion de Dario Scardapane llega a los cines una nueva película de Liam Neeson, un actor que ya tiene estilo propio. Aquí es Alex Lewis, un hábil asesino a sueldo que ya está pensando en su retiro al comprobar, que al igual que su hermano, comienza a sentir los primeros signos de Alzheimer. Su último trabajo lo lleva a El Paso, Texas, y requiere terminar con la vida de dos personas y recuperar un USB con información. Con la primera víctima todo va bien, pero a punto de llevar a cabo la segunda parte, descubre que se trata de una joven de 12 años (Mía Sánchez) con lo cual se niega a hacerlo. La niña carga con la triste historia de haber sido usada con fines sexuales que incluyen, entre otros, al hijo de una poderosa mujer, Davana Sealman (Mónica Bellucci) quien con dinero e influencias hará cualquier cosa para defender y proteger a su depravado hijo. Con su mente cada vez más debilitada por la incipiente enfermedad, deberá defenderse de quienes quieren sacarlo del medio, con el drama de no tener la plena seguridad de saber si efectuó determinados hechos o no. Un grupo del FBI comandado por Vincent Serra (Guy Pearce) también está detrás del caso que quiere atrapar a la banda de delincuentes y será quien le otorgue a la película su toque de acción y persecuciones. Dirigida por Martin Campbell, "Asesino sin Memoria" no ofrece nada que se pueda calificar como novedoso aunque Neeson logra que la historia sea llevadera. Guy Pearce y el resto del reparto salen airosos, aunque los roles no requieren demasiado, y Bellucci, no convence como villana.