El asesino a sueldo que se enamora de una mujer que poco sabe del trabajo de su marido y que se interpone continuamente en su camino, es una fórmula algo gastada que funciona si se la usa correctamente y si va acompañada de delirantes o innovadoras escenas. Aquí la temática vuelve a aparecer y lamentablemente no solo carece de sorpresas, sino de humor y de acción.