Los actores Sbaraglia y Díaz hacen un excelente trabajo para dar vida a personajes que sufren las complejidades de la vida matrimonial. Pero la película es un drama íntimo y frío, con tomas aéreas con drones y una estética publicitaria que muchas veces desconcierta. A pesar de esto, logra transmitir la complejidad y la desesperación de una pareja en crisis, que intenta desesperadamente recuperar lo que han perdido.