"Muchos metros bajo tierra"
Una producción que recorre distintos géneros, sin apoyarse sólidamente en ninguno, difícilmente pueda consolidarse como una propuesta cinematográfica interesante. Esa es la principal falencia que presenta el último trabajo del realizador John Erick Dowdle.
“Así en la Tierra como en el infierno” arranca, al igual que la mayoría de las películas mediocres del subgénero “found footage”, con personajes poco interesantes embarcándose en misiones infundadas basadas en mitos populares. En esta ocasión el puntapié inicial lo da un grupo de jóvenes que decide recorrer las catacumbas de París en búsqueda de la piedra filosofal de Nicolas Flamel.
Una vez que dejamos atrás los motivos que impulsan a nuestros protagonistas a adentrarse de forma ilícita en estos túneles subterráneos, y nos sumergimos de lleno en la oscuridad del famoso cementerio, aparecen los problemas. Y estos conflictos no solo afectan al grupo de exploradores, sino también a los espectadores de la película.
Los hermanos Dowdle (John tras las cámaras y Drew escribiendo el guión) pierden por completo las riendas de su trabajo a medida que los personajes del film descienden cada vez más en búsqueda de su objetivo y, lo que en un momento se perfilaba como un film de terror, desemboca en el terreno de las aventuras fantásticas con pequeños tintes de drama muy mal desarrollado.
Por ejemplo, las pesadillas y los miedos que azotan a nuestros personajes son completamente previsibles y ya las viste en más de una película. ¿Cuánto falta para que los guionistas dejen de utilizar los clichés de las familias divididas y los accidentes automovilísticos para atormentar personajes? Lo mismo sucede con la historia de amor entre los dos protagonistas, que es completamente patética y predecible.
Jugar con la llamativa idea de un supuesto descenso al infierno, sin caer en incorrecciones políticas dignas y necesarias del género, no fue una tarea sencilla para los realizadores de “As Above, So Below”. Queda claro que se sintieron muy incómodos tratando de adaptar tamaña idea a un producto para adolescentes y falsos fanáticos del terror. De ahí que el resultado solo conformará, sobre todo por su formato, a aquellos que defienden y celebran a los gritos y alaridos la paupérrima saga de “Actividad paranormal”.
El inexplicable, abrupto y completamente desubicado final de “Así en la Tierra como en el infierno” es un ejemplo contundente de lo que sucede cuando los grandes estudios (en este caso Universal y Legendary) someten a realizadores, que tampoco cuentan con el talento necesario para lidiar con tal responsabilidad, con el fin de obtener películas de terror “aptas para todo público”.
“Así en la Tierra como en el infierno” prometía ser una interesante visita a las tierras de Lucifer, pero lamentablemente terminó siendo un paseo turístico más del que, si pones voluntad, podes salir sin despeinarte. Un fracaso tan grande que tiene un descenso garantizado al infierno de lo peor del año.
Si lo que buscas es una buena película de terror de los hermanos John y Drew Dowdle, te recomiendo la macabra “The Poughkeepsie Tapes”. Ahí vas a encontrar, también a modo “found footage”, una propuesta que te va a quitar el sueño.