¿Se puede ser original en un género tan explorado como el terror? Este pareciera ser el gran interrogante que se esconde debajo de Así en la Tierra, como en el Infierno; nuevo opus de John Eric Dowdle (Cuarentena, La Reunión del Diablo).
En noventa y tres minutos, el film lo intenta permanentemente; y lo hace con una vieja fórmula, tomar un poco de aquí y un poco de allá.
En 2007 se conoció el film de Tomm Coker y David Elliot, Catacumbas, con Shannyn Sossamon y Pink en los protagónicos; un film muy, demasiado, parecido a este. Para quienes lo vieron imaginen si a esta premisa le agregamos Event Horizon, Esfera, Línea Mortal, El Proyecto Blair Witch, y Terror en Chernobyl… de todas esas ideas, Dowdle (también co-guionista), sacó un nuevo film que intenta parecer una nueva experiencia.
Vayamos a su argumento, la protagonista es Scarlet Marlow (Perdita Weeks) una arqueóloga todo terreno, estudiante en posgrado, que además parece saberlo todo en criptografía y tener sabios conocimientos de química; y además es joven y linda. Durante un viaje a Oriente, la chica encuentra un elemento que atando cabos la llevará a las míticas catacumbas parisinas construidas en el Siglo XVIII cuando la ciudad del amor se vio tapada de cadáveres debido a una peste.
Scarlet junta a un equipo variopinto (léase clichés de todo tipo) y se dirigen hacia las entrañas de París en busca de La Piedra Filosofal, que no es una roca en sí, sino una sustancia capaz de cambiar la estructura química de todo lo que entre en contacto con ella, en definitiva, puede transformar todo en oro.
Pero como esto es una de terror Tomb Raider, una vez que se hallen en las catacumbas, rodeados de huesos, se encontrarán con algo desconocido, terrible, que les planteará desafíos psicólogicos que los irá llevando a la muerte.
La cruza de estilos e ideas es bienvenida y aceptable, uno más o menos sabe qué es lo que puede llegar a pasar, pero el inconveniente es que Así en la Tierra, como en el Infierno es inferior a todos los films de los cuales toma algún detalle.
Sabemos que los personajes secundarios en un film de horror son descartables, pero Dowdle no genera empatía tampoco con su heroína, un ser irritante y molesto que tiene la necesidad de hablarlo todo, y a cámara, porque, sí, estamos ante un nuevo exponente del found footage.
La cámara es un poco menos movediza qyue en otros exponentes del subgénero, pero nuevamente, la credibilidad se pone en duda cuando se ven tomas imposibles de lograr con cámaras en mano, o se utiliza una banda sonora que da un buen clima pero que choca con el precepto de material encontrado.
Algún susto es efectivo, y en la segunda mitad, cuando se acaban las explicaciones, pareciera querer remontar un poco, pero no, nunca termina de concretar algo que genere un genuino interés.
Así en la Tierra, como en Infierno desaprovecha un buen ambiente de claustrofobia y algunos apuntes que la elevan de un resto; todo para hacer un film incapaz de eludir un solo lugar común o sortear “Las casualidades” del guión. Una lástima, por la premisa se esperaba algo más.