Acá tenemos una de las peores historias de horror que se conocieron este año.
Seguramente habrá gente que le guste, como ocurrió en el pasado con otras producciones olvidables del estilo de V/H/S o Los juegos del terror que presentaron el mismo nivel de mediocridad.
Una situación cotidiana dentro de este género donde las opiniones suelen estar divididas en casi todos los estrenos.
Desde mi punto de vista, Así en la Tierra, como en el infierno es una película para ver por el canal Space un viernes por la noche. Pagar una entrada al cine sería premiar a los vagos que crearon este film.
Una propuesta donde a los realizadores no se les cayó una idea propia y robaron elementos y conceptos de numerosas películas como El descenso, El código Da Vinci, El proyecto Blair Witch, Tom Raider y La leyenda del tesoro perdido.
La falta de identidad terminó por afectar este proyecto donde nunca se define que quisieron hacer los realizadores.
Por momentos parece una película de aventuras y luego se concentra en el terror, pero al haber sido dirigida de manera inepta termina por fallar en ambos géneros.
La realización corrió por cuenta de John Eric Dowle, quien previamente había hecho la olvidable remake de REC, Cuarentena, y La reunión del Diablo, basada en una historia de M. Night. Shyamalan, que no estuvo tan mal.
Su nuevo trabajo es claramente lo peor de su corta filmografía. Desde los aspectos técnicos la película es horrenda.
Así en la Tierra, como en el infierno tiene un trabajo muy malo en la fotografía, el sonido y el manejo de la cámaras, donde en algunas oportunidades no se entiende nada lo que se ve en la pantalla. Dentro del tedioso subgénero del found footage esto es lo peor que vi en el último tiempo.
La idea de hacer una película de terror que tenga como escenario las catacumbas de París es muy buena y atractiva. Lamentablemente en este caso fue desarrollada por gente inepta que brindó un producto mediocre.
Actores malos y trucos baratos para construir situaciones de terror trilladas es todo lo que ofrece esta producción. Un gran bodrio del género de horror.